Alejamientos incumplidos y absolución
Dos hombres fueron detenidos ayer en Málaga por maltrato a su parejas. A este hecho, el fenómeno de la violencia doméstica sumó una sentencia absolutoria para un acusado de homicidio y la queja de un médico por las dificultades que halló para que la policía protegiese a una maltratada.
- Reincidentes detenidos. La policía detuvo en Málaga a dos hombres que habían vuelto a agredir a sus ex novias incumpliendo así las órdenes de alejamiento que pesaban sobre ellos, informa Leonor García. El primer detenido, A.V.A. está acusado de agredir y violar a su ex novia. En marzo había sido detenido por atacarla. El segundo, J.A.G.J., está acusado de tentativa de homicidio contra su ex novia, a la que apuñaló. En febrero fue arrestado por amenazarla y lesionarla.
- Absolución del Supremo. El Tribunal Supremo ha confirmado el veredicto de un jurado que absolvió a un constructor valenciano del asesinato de su esposa, muerta al caer desde el séptimo piso de un edificio en obra donde estaba sola con el marido, del que se hallaba en trámite de separación, informa Julio M. Lázaro. Ocho testigos dijeron que la mujer gritó en castellano: "Socorro, que me tira". Pero el jurado estimó que la víctima, tras gritar "socorro", se dirigió a su marido en valenciano diciendo "estirem, estirem", pronunciando la "e" como "a", es decir, pidiendo que la sujetase, mientras el hombre intentaba evitar la caída. La sentencia anula la del Tribunal Superior de Valencia, que había ordenado repetir el juicio al estimar "insuficiente y arbitraria" la motivación del veredicto. Para el Supremo, la decisión "podrá parecer a un tercero más o menos acertada, pero es la legalmente adoptada".
- Falta de información. Hasta nueve llamadas a tres cuerpos policiales distintos, dos administraciones y un juzgado. Es lo que tuvo que hacer Joan Vidal, médico de Aldover (Tarragona) el jueves para denunciar los malos tratos que detectó en una paciente suya, informa Miquel Noguer. "Quería tener garantías de que ella tendría protección desde que interpusiera la denuncia y hasta la novena llamada no lo logré", explica este facultativo. Comenzó llamando al teléfono para maltratadas del Instituto Catalán de la Mujer. "Allí me dijeron que llamara a los Mossos d'Esquadra, pero éstos me dijeron que tenía que hacerlo en la comisaría de Tortosa, donde me explicaron que lo de garantizar protección sólo compete al juez de guardia". En el juzgado le informaron de que la mujer debía desplazarse para formalizar la denuncia. Para tener un coche patrulla llamó a la Policía Nacional y a la Guardia Civil y, al final, de nuevo al Instituto Catalán de la Mujer, donde le dieron el consejo definitivo: llamar al asistente social de la comarca.Según el instituto, todo habría sido mucho más rápido si hubiera llamado la víctima.
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