Los sindicatos y Europa

Este año, por varios motivos, está llamado a convertirse en un hito histórico para todos los europeos y ello es así, tanto por la aprobación de la ampliación de la Unión Europea (UE) a 10 países del centro y este de Europa, como por los trabajos encaminados a crear un nuevo tratado de la Unión que debe ser ratificado por una conferencia intergubernamental.

La UE se ha convertido en una potencia económica muy fuerte, la creación del mercado único, así como la introducción del euro han reforzado la unión económica. Pero lo que hasta ahora muchas personas echamos en falta es una apuesta decidida para que la UE contemple políticas sociales, en primer lugar, y, exteriores, en segundo, similares en cuanto a eficacia a las políticas económicas desarrolladas.

Ante la situación actual, la Confederación Europea de Sindicatos (CES) debe reforzar su identidad frente a los trabajadores y afiliados como organización sindical independiente ante las instituciones, los empresarios, gobiernos y partidos políticos para, de esa forma, reforzar el poder de negociación colectiva frente a los patronos europeos.

En estos últimos años, los sucesivos responsables de la CES han defendido los valores y las políticas del modelo social europeo implicándose plenamente en el proceso de reforma de la Unión, por lo que el X Congreso será la confirmación del papel fundamental que la CES debe jugar en la construcción de Europa.

Ya en el último congreso de Helsinki, la CES tomó la iniciativa de reactivar el objetivo del pleno empleo por medio de políticas que estimulaban un crecimiento económico cualitativo y que promovían la cohesión social, así como una concertación de las negociaciones sociales a nivel europeo.

Al proclamar la Estrategia de Lisboa, a pesar de la oposición del eje formado por Berlusconi y Aznar, la UE hizo propios los planteamientos de la CES; sin embargo esta estrategia está hoy en dificultad y el desempleo progresa una vez más en Europa.

Algo que se debe a la inacción de las autoridades europeas que no promueven una mayor coordinación de las políticas económica, fiscal, presupuestaria y de las políticas de inversión para luchar contra el estancamiento económico y que permitirían a Europa explotar plenamente su potencial para convertirse en el motor de su propio crecimiento basado en empleos de calidad.

Por ello, la CES se reafirma al considerar la estrategia de Lisboa como la única solución para evitar la decadencia progresiva de la economía y la sociedad europea, porque buscar la competitividad basándose en la desregulación social, el desmantelamiento de los derechos y de la protección de los trabajadores es, no solamente inaceptable a nivel social, sino que también carece de eficacia en términos económicos, a medio y largo plazo.

Desde la responsabilidad que la UGT ha mostrado históricamente, y que pretendemos continuar ejerciendo acudimos a Praga con la intención de fortalecer la CES, combinar nuestros esfuerzos y coordinar las acciones de esta gran organización que promueve los derechos de los trabajadores, para obtener más y mejores empleos, y así conseguir el progreso social en una Europa que camina irremediablemente hacia la unificación.

Rafael Recuenco es secretario general de la UGT en el País Valenciano.