La fabricación de una mentira
Hay hechos que tienen una voz colectiva, que se narran simultáneamente en varios lugares y pasan de padres a hijos. Galicia y su mar son viveros de voces -de muertos y de recuerdos-, que se multiplican en voces de vivos. El libro Crónica negra del Prestige (El País-Aguilar), escrito por los periodistas de EL PAÍS Luis Gómez y Pablo Ordaz, es una herramienta de memoria que no pretende ser la última, ni siquiera abarcar la magnitud total de la catástrofe sufrida por decenas de miles de personas; se limita a lo esencial: a narrar en un estilo periodístico, ágil y preciso, los siete días posteriores al accidente, ofreciendo un marco imprescindible para entender el porqué de lo ocurrido. Con los años, el Prestige será sinónimo de chapapote, aves petroleadas, trabajos arruinados, mariscadoras y pescadores, coraje y voluntarios embutidos en monos blancos, pero será sobre todo sinónimo de un fracaso gubernamental, de la monumental mentira urdida por las autoridades con el único fin de escamotear la verdad a la opinión pública.
CRÓNICA NEGRA DEL PRESTIGE
Luis Gómez y Pablo Ordaz
El País-Aguilar
Madrid, 2003
201 páginas. 13,50 euros
Este libro, escrito con el esquema del gran reportaje, es necesario para conocer la intrahistoria, la letra pequeña de las jornadas posteriores al 13 de noviembre de 2002, cuando el Prestige lanzó su primer SOS. Aporta información, datos y declaraciones cruzadas de los protagonistas que, situadas en una moldura periodística, permiten al lector recrear con exactitud el errático rumbo del barco hasta su hundimiento en el quinto pino del ministro Francisco Álvarez Cascos el día 19. El libro desnuda, además, algo esencial para comprender: las decisiones adoptadas por las autoridades, muchas de ellas encaminadas más a encubrir el problema que a solucionarlo. Y ésa es una esencia del trabajo periodístico, desocultar lo que otros ocultan. Tras la lectura del texto nos queda un amargor ciudadano, el convencimiento de que la desnudez de una Administración incompetente multiplicada en gobiernos, xuntas, delegados y demás cohorte, los dobles contratos de alguno de sus remolcadores estrella (Ría de Vigo) y la esperpéntica ausencia de medios técnicos sólo permite augurar lo peor, que de repetirse hoy la catástrofe se repetirían los errores. Nada se ha aprendido, pues, pero al menos nosotros ya lo sabemos.
Además, hay dos libros sobre el tema que con sus ventas ayudan a las ONG que colaboran en la recuperación de la zona o contribuyen a la dotación de biliotecas de la costa gallega. El primero es el reportaje fotográfico Galicia Prestige (ReportBook) y el segundo es ¡Nunca máis! A ollada da infancia (Kalandraka), con dibujos de los niños gallegos sobre el suceso.
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