Los pactos antiPP

La campaña del PP andaluz ha venido caracterizada por tres mensajes que sus candidatos se han esforzado en repetir. Primero, que el PP gestiona con eficacia y tiene credibilidad. Segundo, que es el partido del empleo y que desde los municipios se puede hacer una tarea importante en esta materia. Y tercero, que se están preparando pactos antiPP si sus candidatos no consiguen "mayoría suficiente", en román paladino, mayoría absoluta.

Este último asunto es el que más preocupa al PP andaluz, que teme perder varias alcaldías de capital por los pactos poselectorales, tal y como ocurrió tras los comicios de 1999.

Sus candidatos en Sevilla, Granada, Córdoba y Almería han subrayado que los gobiernos de coalición en estas capitales han supuesto "un desbarajuste" y que sus ciudades han salido perdiendo con estos pactos en todos los aspectos, principalmente en empleo y seguridad. También han hecho hincapié en las discrepancias de los socios. "Los pactos han supuesto retroceso", sentencian desde la dirección regional. De ahí también que sus dirigentes hayan hecho más suyo que nunca uno de los lemas de campaña de José María Aznar: la existencia de una "coalición radical" PSOE-IU.

Por contra, los aspirantes de las capitales en las que gobierna (Cádiz, Huelva, Málaga y Jaén) han centrado más sus discursos en los logros conseguidos y en los retos que quedan en el futuro. Por eso el primer lema de campaña del PP fue: Cumplimos.

El PP llegó a la precampaña con el susto de la guerra de Irak metido en el cuerpo, un momento en el que sufrió una oleada de rechazo ciudadano. Pasado este momento, los candidatos del PP, dice un dirigente regional, "se han esforzado en hablar de la gente y de sus problemas".

Una de las claves de la campaña del PP es que ha estado condicionada por el hecho de que su presidenta regional, Teófila Martínez, concurre como candidata a la alcaldía de Cádiz. En las dos últimas semanas, Martínez se ha enclaustrado en su feudo y sólo ha tenido cuatro actos de campaña fuera de Cádiz, tres de ellos con José María Aznar. Como contrapeso, la presencia de los ministros por todas las provincias ha sido masiva.

La campaña de Martínez en Cádiz nada ha tenido que ver con la que hizo hace cuatro años, cuando se dio baños de multitud. Esta vez sus actos han sido más reducidos por temor a que grupos pacifistas se los boicoteasen. Significativo ha sido que su candidatura eludiera las siglas del PP en las cuñas de radio.

Martínez ha rechazado los debates en la radio o en asociaciones de vecinos. El cara a cara con los adversarios no se fraguó por la negativa de la dirigente popular, que rechazó una propuesta conjunta de los siete medios privados de Cádiz para celebrar un debate con el candidato del PSOE, Rafael Román.

Por contra, todos los días, incluidos los fines de semana, ha ofrecido una rueda de prensa en solitario en la sede del PP donde ha ido desglosando los distintos apartados de su programa electoral, compuesto por 800 propuestas, todas ellas con la misma base: "Somos los más creíbles porque hemos hecho posible lo imposible".

Sólo en estas convocatorias del PP, Martínez pudo despachar los temas autonómicos ante las preguntas de la prensa. Su campaña también ha venido marcada por los varapalos de la Junta Electoral, que le ordenó retirar dos campañas institucionales; le prohibió inaugurar una nueva avenida y celebrar hoy una fiesta del deporte escolar, a la que había convocado a 3.000 niños, a sus padres y a profesores.