Dénia decide entre continuar con los pactos o una mayoría absoluta

El multicolor es la tonalidad que ha definido durante legislaturas el mapa político de Dénia. Los gobiernos bipartitos e, incluso tripartitos, han trasmitido durante años un clima convulso y de inestabilidad a una población tradicionalmente caracterizada por su indefinición política. En los comicios de 1999, el PP y los independientes Gent de Dénia se vieron obligados a cohabitar por imperativo ciudadano, bajo la creciente amenaza del Bloc.

El Bloc irrumpió en el espectro político del municipio de La Marina Alta en las segundas elecciones democráticas. Desde entonces, la formación nacionalista ha ido calando hasta lograr nueve ediles en 1995, su techo electoral hasta la fecha. Pero un insólito pacto entre PP, PSPV e independientes, descabalgó al Bloc del bastón de mando.

Cuatro años después, en 1999, Gent de Dénia fue la llave que llevó a los populares a hacerse con la alcaldía. El pacto apenas superó el ecuador del mandato,que el PP culminó con el apoyo "soterrado" de los nacionalistas, apunta Pedro Pastor, candidato de Gent de Dénia. La experiencia ha demostrado que una alcaldía con pactos "es pobre para los ciudadanos", prosigue. Pastor apunta que en caso de que los resultados del 25-M obliguen de nuevo a alianzas los independientes "pactarán" con quien garantice la gobernabilidad. Sebastià García, candidato por el Bloc, abunda en esta misma tesis: "La legislatura ha sido la más inestable de la democracia para Dénia. No se ha hecho gestión".

Los partidos aspirantes consideran que "es la hora" de acabar con esta peculiar idiosincrasia política de Dénia. Pedro Grimalt, candidato independiente por el PP, confía en romper con esta tendencia y lograr la mayoría absoluta. Bien distintos son los pronósticos del PSPV. Su candidata, Paqui Liciano, incide en las buenas expectativas del partido y cree que el elevado número de indecisos inclinarán la balanza.