"Nos vamos a convertir en una sorpresa"

José María Mendiluce, eurodiputado, encarna la Ecología Política, una opción singular en el panorama electoral. Inició su actividad política en la lucha universitaria clandestina contra el franquismo. Pasó 16 años en misiones de Naciones Unidas en África, América Central, Irak y la Europa balcánica, donde ofició de alcalde de hecho de la ciudad de Sarajevo en los peores días de aquella guerra. Irreverente y cosmopolita, se considera un ecopacifista de izquierda que quiere derrotar al PP y gobernar con el PSOE e IU, a los que critica.

Pregunta. ¿Qué falta y qué sobra en la política madrileña?

Respuesta. Sobran las complicidades inmobiliarias y ese plegarse a las políticas de la derecha económica. A la izquierda le falta capacidad para imaginar y liderar un modelo de ciudad alternativo al de la derecha.

"Nuestro enemigo no es el capitalismo, sino los depredadores que viven en su seno"

P. ¿Qué aporta usted a la política local madrileña?

R. Una visión diferente, no hipotecada por ningún pasado en las instituciones de la ciudad, más una experiencia internacional y de gestión que puede ser muy útil si se acompaña, además, de un pensamiento basado en la Ecología Política.

P. ¿Cómo combatirá a "las cuatro constructoras e inmobiliarias" que, según dice, monopolizan y crean el caos urbanístico?

R. Revisando las políticas de suelo, rediseñando el Plan General ahora mismo cuestionado por el Tribunal Superior de Justicia e interviniendo desde la esfera de la vida pública en el mercado de la vivienda, para hacer aflorar los más de 200.000 pisos vacíos que hay en Madrid. También, revisando la propuesta de Madrid Olímpico 2012, que consolida el modelo depredador, especulativo, insostenible y ajeno a las necesidades ciudadanas madrileñas.

P. ¿Cómo piensa erradicar a los grupos neonazis de los estadios?

R. Con energías y recursos necesarios y el Código Penal en la mano. Hay que acabar con esta peste que constituye un gravísimo problema de seguridad y de conculcación de la libertad dentro y fuera de los estadios.

P. ¿Qué propone respecto a la inmigración?

R. Hay que elevar a las autoridades gubernamentales la conciencia de la necesidad de un cambio radical en las políticas migratorias, que reconozca la inevitabilidad del fenómeno e impida que decenas de miles de personas que viven y trabajan con nosotros permanezcan en situaciones de ilegalidad y que otros muchos, pese a tener un estatuto legal, no gocen de plenos derechos. Desde luego, el Ayuntamiento debe actuar sin ningún paternalismo a la hora de denunciar comportamientos asociales de los miembros de estos colectivos que cometan delitos.

P. ¿Qué política aplicaría?

R. Salud, educación y vivienda, promoción social y formación son los instrumentos a aplicar desde el Ayuntamiento en coordinación con la Comunidad.

P. ¿Qué margen de actuación política ante la izquierda les quedará a Los Verdes si obtienen un número mínimo de concejales?

R. Vamos a ser determinantes para formar una mayoría de izquierda en el Ayuntamiento y no utilizaremos las concejalías obtenidas en plan testimonial para condicionar la política de la previsible mayoría socialista. Pero tampoco daremos un cheque en blanco.

P. ¿Cuál sería su programa de mínimos para futuras alianzas?

R. Reorientar toda la política del suelo y vivienda de la ciudad en un Plan General nuevo. La gestión de la convivencia en Madrid desde las libertades, no desde la prohibición ni la criminalización de las conductas de los jóvenes. Además, la conversión de la Casa de Campo en el Distrito 22 reflejará nuestro modelo de gestión integral.

P. ¿Pactaría con la derecha si la izquierda les excluye?

R. No. Nunca. En ningún caso. En Europa, Los Verdes sólo hemos pactado con liberales frente a la derecha más conservadora y siempre coaligados con los socialdemócratas. La pluralidad de la izquierda es un valor en sí mismo y no un elemento de debilidad. Odiamos el partido único, pero estamos a la izquierda y no hay ningún punto que nos una al PP, salvo que es un partido que trabaja en el marco de una Constitución democrática.

P. ¿Se considera un revulsivo?

R. El revulsivo somos Los Verdes, que hemos agitado la precampaña desde hace 11 meses y nos vamos a convertir en una sorpresa. Que se vayan habituando, porque aquí, en Madrid, nos vamos a quedar.

P. Se dice que, a última hora, usted va a retirarse en una operación política premeditada.

R. No puedo admitir que me crean tan imbécil como para retirarme ahora. Lo malo es que, salvo usted, nadie me llama para decírmelo. Tanto rumor me recuerda a Del cero al infinito, del escritor antiestalinista Arthur Koestler.

P. ¿Qué juicio le merecen sus rivales electorales?

R. Ruiz-Gallardón es un gran político, aunque creo que tiene los pies de barro y amistades peligrosas. Inés Sabanés conoce bien Madrid y me parece persona seria. De Trinidad Jiménez creo que tiene alta capacidad de trabajo. Pero les falta autonomía para romper sus ataduras con el pasado. El PP ha gobernado y los otros dos han sido incapaces de desalojarlo en 12 años. Han provocado cansancio y hastío, han batido altas cotas de abstención y voto en blanco.

P. Por primera vez en años, la izquierda tradicional, PSOE e IU, puede derrotar al PP. Entonces surge usted, que dice ser de izquierda. ¿Cómo va a pedir su voto al votante de izquierda?

R. En términos estrictamente democráticos, hay que decir que Ruiz-Gallardón no es Le Pen, el político francés de extrema derecha. Me parece que el PP ha sufrido un desgaste cerrando filas con Aznar porque nos ha situado a los españoles como potencia ocupante de Irak y eso nos da más esperanza de derrotar al PP. Pero existe cansancio en un amplio sector del electorado joven y maduro que, sin embargo, se muestra esperanzado sobre el surgimiento de un espacio nuevo.

P. ¿Cuál?

R. El nuestro, que le va a permitir votar con la ilusión de derrotar al PP. Al votante de izquierda, sencillamente, le diré que si quiere que la izquierda haga lo que dice que va a hacer, que nos vote; le recordaré que mientras el mundo avanza a toda velocidad, la política madrileña no se ha movido en 25 años.

P. La Ecología Política, ¿admite o rechaza el capitalismo?

R. El Estado de bienestar aseguró la sostenibilidad del capitalismo, que no es nuestro enemigo. Nuestros enemigos son los depredadores y especuladores que viven en su seno. Que Dios bendiga a los empresarios. Nos hacen muchísima falta a todos.