Arquitectos sin Fronteras presenta una exposición de sus diez años de trabajo
El Colegio de Arquitectos también dedica una exhibición a la degradación de Can Tunis
La arquitectura también ayuda a marcar fronteras sociales. El diseño urbanístico de Barcelona es un buen ejemplo de esto, inmensas fachadas de lujo en barrios cuadriculados que marcan límites infranqueables frente a la pobreza que se respira en callejuelas de la zona baja de la ciudad. El Colegio de Arquitectos y la asociación Arquitectos Sin Fronteras plantean una reflexión hasta el 7 de junio sobre la arquitectura como reflejo de las desigualdades sociales en la exposición El otro lado de la frontera, encuadrada dentro del programa Sota Mínims dedicado a la arquitectura social.
El otro lado de la frontera nace con motivo del décimo aniversario de la creación en Barcelona de Arquitectos Sin Fronteras (ASF). La asociación se ha extendido en este periodo por una docena de países y coopera en proyectos urbanísticos del tercer y cuarto mundo. Ahora, con esta exposición arranca del concepto de precariedad en la vivienda para reflexionar sobre los orígenes de las desigualdades y el por qué se mantienen en un mundo supuestamente con recursos suficientes como para hacer frente a todas estas carencias.
El recorrido expositivo invita al visitante a ir abriendo distintos cajones y archivos para encontrar los más de 200 programas de ayudas que ha ido desarrollando ASF junto con otras asociaciones a lo largo de estos años. La participación ciudadana, el desequilibrio económico, la especulación y la exclusión social son algunos de los temas abordados en esta exhibición, que se complementa con el ciclo de conferencias Los debates de la frontera, que se celebra los jueves en la sede del Colegio de Arquitectos (www.habituales.com/asf). El que tendrá lugar mañana se titula Participación ciudadana y en el mismo participan Irene Yamba, de la Associació Ewaiso Ipola; Josep Maria Huertas Claveria, periodista; Francesc Magrinyà, profesor de Urbanismo de la UPC, y Arola Balanzó, de ASF.
Coincidiendo con esta exposición, el Espai Picasso del Colegio acoge también hasta el viernes Pobresa a Barcelona, exhibición comisariada por Eva Serrats y en la que se analiza la degradación del barrio de Can Tunis. A través de fotografías y vídeos, refleja cómo esta zona de Barcelona hoy a punto de desaparecer significó en sus inicios un nuevo modelo arquitectónico y mensaje de esperanza para erradicar el chabolismo de Barcelona.
Audiovisual
La exposición nace a partir de un audiovisual que están rodando Paco Toledo y José González en el barrio. Es un documento que ahora se presenta en parte y en el que Teresa Codina y Basilio González, impulsores del proyecto, explican su arranque en 1979 y la implicación de los vecinos en el nuevo plan urbanístico que les proponía el arquitecto Ramón Torres. Este programa fue impulsado por el propio Ayuntamiento pero finalmente dejó de prestarle ayuda en 1982, señalan en la exposición que muestra cómo el propio comportamiento de los vecinos y la desidia de las administraciones acabaron por degenerar este barrio experimental del que pronto sólo quedará la memoria.
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