El Gobierno amenaza con la expulsión a los 50.000 inmigrantes no regularizados

"No podrán estar legalmente entre nosotros (...). No podrán quedarse en España". El delegado del Gobierno para la Inmigración, Enrique Fernández-Miranda, fue ayer suficientemente expresivo respecto al futuro de los alrededor de 50.000 inmigrantes que, según las previsiones del Gobierno, de los sindicatos y de las ONG, se quedarán fuera del proceso extraordinario de regularización que concluyó el 31 de julio. A falta todavía de las solicitudes tramitadas por correo y en los registros municipales y autonómicos, el número de extranjeros que han pedido el permiso de residencia asciende a 225.000. El 40% de ellos procede de Madrid y Barcelona. Previsiblemente, conseguirán su objetivo unos 175.000. Los restantes podrán recurrir, pero ello no les librará de una posible expulsión. El PSOE propuso ayer al Ejecutivo un pacto de Estado sobre la inmigración y pidió al PP, como primera medida, que aplace al menos un mes la reforma de la Ley de Extranjería. La intención del Gobierno es aprobar esta reforma mañana mismo.