Fomento abre la nueva estación de Zaragoza sin saber cuándo pasará el AVE

"No hay fechas; hay un compromiso de la Unión Temporal de Empresas que garantiza los servicios de señalización de tener listo su informe el 31 de mayo. Entonces hablaremos". Benigno Blanco, número dos del Ministerio de Fomento contestaba así ayer en el acto de "puesta en servicio" de la nueva estación de la Alta Velocidad Zaragoza-Delicias en la capital de Aragón cuando todavía no hay día para la llegada del AVE.

Blanco no daba fechas, ni quería darlas, sobre cuándo entrarían los primeros trenes de alta velocidad en la flamante estación, una obra de los arquitectos Valero y Ferrater que ayer se abría entre notorias medidas de seguridad. A las once y media de la noche del domingo entraba el último tren en El Portillo, una estación que se clausuró tras 31 años de funcionamiento para acometer las obras en la Avenida de Madrid y restaurar el "ancho ibérico, que no tiene que ver nada con la alta velocidad".

Razones de climatología

Tanto los responsables de Fomento como del GIF o Renfe desligaron la nueva apertura de la llegada del AVE. "Había que hacerlo, y por razones de climatología y de oportunidad, entre los viajes de Semana Santa y verano, esta era la fecha". Pero la estación funciona a medio gas . Treinta de los 80 trenes que llegaban a El Portillo diariamente necesitan de trasbordos. Hay autobuses preparados y lanzaderas para llevar a los viajeros, que llegan o van a Madrid y Barcelona, a las estaciones de Casetas-Madrid o Zuera-Barcelona, pero nadie quiso hablar de oportunismo electoral por adoptar esta medidad en condiciones precarias.

Ahora se calcula un periodo de un mes para restablecer el ancho ibérico y reabrir la línea con Huesca, que se ha cerrado por el mismo periodo de tiempo. "Estamos en un proceso irreversible", aseguraba Blanco. "Algún día había que tomar esa determinación y no sé quién ha dicho que la estación se abriría cuando entrase el AVE".

Pero lo cierto es que la fecha ha pillado desprevenidos a muchos viajeros. Algunos habían comprado sus billetes hacía días y en ellos figuraba la estación de El Portillo como punto de origen o destino. Renfe había dispuesto un servicio de información y taxis para trasladarlos al lugar donde debían tomar el tren, pero hubo más de una persona a la que el cierre le pilló desprevenido.Todos los trenes con destino y origen en Zaragoza salen de la nueva estación de Delicias, pero no los de largo recorrido, que paran en apeaderos sin acondicionar o cerrados hace años.

Los viajeros se quejaban ayer: "Si lo llego a saber vengo en autobús", decía un señor. En Casetas, a escasos ocho kilómetros de Zaragoza, la estación es un apeadero sin condiciones. Personal de Renfe transportaba las maletas a los autobuses. "Nos hemos enterado en el tren" señaló una pasajera.