Aznar replica a Zapatero: "Ha perdido los papeles antes de perder las elecciones"

Faltan cinco días de campaña y, por primera vez, ha sido José María Aznar quien se ha visto impelido a responder a José Luis Rodríguez Zapatero. Lo hizo ayer en Barcelona después de leer un teletipo que resumía el mitin del líder socialista en Valladolid. En él se recogía que Zapatero cree que el Gobierno, con su apoyo a Bush, ha puesto a España "en la lista del terrorismo internacional".

Al final de una prolongada comida con militantes en Barcelona, Aznar respondió a Zapatero: "No tenía ninguna duda de que después de lo de Casablanca habría alguno que no se contendría y diría barbaridades. Alguno. Pero es lo mismo: pierden los papeles antes de perder las elecciones".

Con toda probabilidad, esta última frase se convertirá en eslógan diario en los pocos días que quedan de campaña. Aznar la argumentó ayer con su conocida tesis de que "el terrorismo no es un problema sólo de España: es un problema de todos. Y, para afrontar el terrorismo, hay que saber ser solidarios y ser responsables".

"El federalismo asimétrico no existe. Es como querer reinventar la Corona de Aragón"

"El terrorismo no es un problema sólo de España. Lo saben bien los tres españoles asesinados"

"El terrorismo se resolverá con una solidaridad en la que tratemos igual a todos los terroristas"

Ahí situó a las víctimas españolas de los atentados de Casablanca. "Que el terrorismo es un problema de todos lo saben muy bien los tres españoles que, desgraciadamente, fallecieron ayer asesinados por el fanatismo, por el fundamentalismo islámico. Que ese fanatismo es un problema para el mundo desde hace décadas también lo sabemos muy bien. Y que nadie está exento de eso, también, tanto en España como fuera de España".

Aznar dio un paso más, tanto para justificar la participación del Gobierno en el pacto de las Azores, como para adelantar por dónde van a ir los tiros en la lucha contra el terrorismo, nacional o internacional: "El terrorismo se resolverá desde una fuerte cooperación internacional y desde una solidaridad completa que haga que tratemos a todos los terroristas igual en todas partes". Empezaron los aplausos. Él subió el tono de voz para seguir: "Con todos los instrumentos del Estado...".

Probablemente la frase debía concluir con el consabido "...de derecho", pero el aplauso entusiasta del millar de militantes que ya llevaba casi cuatro horas de comida y sobremesa en el hotel Sants de Barcelona impidió averiguar el final. Lo que sí quedó claro es que su objetivo es que se trate "igual" a todos los terrorismos "en todas partes". Y eso requiere una "fuerte cooperación internacional y una solidaridad completa".

Antes de que Zapatero irrumpiera en la campaña del PP, el presidente tenía previsto dedicar a los nacionalismos, al PSOE y a "sus 17 discursos" sobre cuestiones nacionales el doble mitin del día. En Zaragoza, como preámbulo, habló de las últimas encuestas. Le contó a los suyos que les dan "empate técnico" y recordó que ésa era la previsión de los sondeos en las elecciones generales de 2000. "Empate técnico, ¡pues menos mal que sólo ganamos por 10 puntos de diferencia!", se jactó, para animar a los suyos: "¡Vais a pulverizar los resultados!".

Su trabajo previo consiste en intentar "pulverizar" las posiciones de sus adversarios políticos. En Barcelona criticó que CiU haya abandonado la senda de la cooperación con el Gobierno. "Han emprendido una carrera de radicalismo que les va a llevar a perder. ¡Allá ellos! Pues cuando se juega a radicalismo siempre ganan los radicales, pues la gente prefiere al auténtico que al que se disfraza".

Pero, como cada día, los principales dardos fueron para el PSOE. Aseguró que "eso del federalismo asimétrico es que no existe, aunque educadamente le pueden preguntar a uno qué es eso". Lo más grave, a su juicio, es que cada dirigente regional socialista pueda mantener opinión propia. "¿Para qué vale entonces el señor Zapatero al frente del PSOE?", preguntó, para contestarse que para demostrar que su partido no tiene "ni un proyecto, ni un partido, ni un equipo para dirigir el país".