El Valladolid y el Espanyol se lo reparten todo

El Valladolid y el Espanyol se repartieron los puntos, los goles, las ocasiones. Todo lo que hubo, bueno y malo, en hora y media, quedó dividido a partes iguales. El equipo de Moré tuvo más ganas, y el de Clemente mejores ocasiones, pero al final todo terminó como se anunciaba, con un empate que no salva a nadie, pero que sirve a ambos. Y eso que el inicio del partido no respondió a lo que pintaban los diseños de Moré y Clemente. Los dos con cinco defensas, los dos con las líneas prietas, los dos con un solo delantero, y fue pitar el árbitro y liarse los dos a atacar la portería del rival. Como la iniciativa la había tomado el Valladolid el primer gol fue suyo porque funcionó la conexión entre Aganzo y Sales, la que en las últimas jornadas le ha dado goles y puntos. Sin embargo, el Espanyol devolvió el golpe con Maxi. El argentino se empecinó en desbordar por la derecha hasta que una de sus incursiones dio frutos: centro hacia atrás y Roger marcó el empate.La segunda parte fue bien distinta porque todos eran conscientes de que lo importante era no perder. Un punto es muy importante a estas alturas cuando los equipos huelen puestos de descenso. Por eso el choque se atrancó y los dos entrenadores comenzaron a dar pasos hacía atrás. Milosevic se marchó del campo, Aganzo lo hizo poco después y todo terminó en un duelo de balonazos rifados que afearon todo lo bueno que los equipos habían hecho al inicio.