Feria del Libro
La Plaza Nueva de Sevilla, uno de los escasísimos espacios abiertos del casco histórico, seguirá incapacitada para el esparcimiento de vecinos, el juego de los niños, el paseo de los ancianos, la relajación de los paseantes. La Plaza Nueva de Sevilla, permanente estación de autobuses que asfixian su aire y sus lindes, convertida un día sí y otro también en recinto de tenderetes, movidas y quioscos.
¿Es la Plaza Nueva un lugar mínimamente adecuado para albergar casetas, carpas, bares, montajes múltiples audiovisuales? Salta a la vista que no. Lo reducidísimo del espacio, lo antiestético del amontonamiento de instalaciones...
¿No sería mejor un parque, por ejemplo los Jardines de Murillo, para poder disfrutar de las exposiciones y actividades complementarias de una Feria del Libro de una ciudad como Sevilla? Creía que se trataba de promocionar la lectura acercándola a todos los barrios. Creía que se trataba de mejorar la calidad de vida de nuestra ciudad.
Apelo al sentido común de los eruditos que no se oyen: arquitectos y urbanistas. Apelo al ejercicio del derecho a disfrutar de los espacios en condiciones dignas.
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