Peleas a la carta
Las denuncias entre Correos y las empresas de la competencia seguirán a medio plazo
La última batalla, por ahora, entre Correos y las empresas de la competencia se va a plantear en Bruselas. Tras las disputas en el ámbito nacional, ahora será la Comisión Europea la que tendrá que decidir si el organismo regulador del sector en España, el Ministerio de Fomento, es juez y parte, como denuncia la Asociación de Empresas de Reparto de Correspondencia (Asempre). En Correos están convencidos de que habrán más, ya que se trata de un instrumento natural para los que se incorporan al mercado.
Las empresas que compiten con Correos en el servicio postal tradicional han perdido un 10% de su cuota de mercado desde la liberalización
La verdad es que resulta difícil de explicar que, tras la liberalización de una actividad económica como el servicio postal, las empresas privadas que compiten con Correos hayan perdido cuota de mercado. Según el secretario general de Asempre, la Asociación de Empresas de Reparto de Correspondencia, José Manuel Piqueres, su participación en esta actividad, que suponía el 15% del mercado total, se ha reducido en un 10%, han desaparecido unas 40 empresas y se han perdido alrededor de 1.000 empleos de los 5.000 que completaban esta actividad al margen de Correos, que en estos momentos dispone de una plantilla superior a los 60.000 empleados.
Se han visto las caras ya algunas veces en los tribunales, pero, según fuentes de Correos, "vendrán más porque es un instrumento natural utilizado por los competidores que intentan entrar en el mercado". De cualquier forma, consideran que "son muy pocas las denuncias que se presentan en ambos sentidos; desde luego, muchísimas menos que en otros sectores ya liberalizados".
Los privados denuncian a Correos por "prácticas restrictivas de la competencia con abuso de posición dominante" y éste, por su parte, considera que son las empresas privadas las que se inmiscuyen en el ámbito reservado al monopolio, como los envíos internacionales. De momento, el Tribunal de Defensa de la Competencia ya se ha pronunciado en un caso contra Correos por retener envíos de la empresa canaria First Class Courier: tarjetas ya franqueadas que los turistas depositan por error en los buzones de Correos en lugar de los habilitados específicamente en los hoteles. Correos también ha denunciado a esta empresa, así como a la holandesa TNT y otras menores por esta actividad, que desprestigia el servicio, según Correos.
Pero las empresas de Asempre van más allá y consideran que no se trata sólo de disponer de un "organismo regulador independiente", que no sea su "brazo ejecutor, como ocurre con el Ministrerio de Fomento. Es inconcebible que no haya actuado ni una sola vez en contra de Correos", señala el secretario de la asociación, José Manuel Piqueres, para el que no hay acceso a la red pública, tal como establece la Ley Postal, "en condiciones de transparencia, objetividad y no discriminación".
Naturalmente, las cosas se ven de manera distinta en Correos, donde señalan que en España no sólo se ha producido una mayor liberalización que en el resto de los países de la Unión Europea, sino que se trabaja además con las tarifas más bajas. En una actividad, además, en la que, según la dirección de Correos, se trabaja con un valor añadido muy bajo y con una sensibilidad muy grande a determinados costes. "El de personal, por ejemplo, son 1.200 millones de euros al año, por lo que un desvío del 2% supone ya 24 millones de euros," señalan en Correos.
Sin embargo, a pesar de trabajar con unos márgenes tan estrechos, en el último ejercicio han conseguido triplicar el beneficio bruto y han reducido a 930.000 euros la aportación del Estado por la servidumbre que supone la explotación del servicio universal, una cifra insignificante junto a unos 1.700 millones de deuros de facturación prevista para este año y que obedece a la buena gestión realizada, según Correos. Algo que dudan en la competencia y que atribuyen a la realización de atípicos como la venta de solares. No les salen las cuentas con los precios que rigen y menos si los comparan con Portugal, Francia o Alemania.
Pero aunque de momento se haya producido un retroceso en el trozo de tarta de la competencia, en Correos están convencidos de que "nos van a ganar cuota de mercado en los próximos años, en los que descenderá nuestra facturación en los servicios postales tradicionales".
Y para hacer frente a ello preparan un ambicioso plan de diversificación con importantes ingresos que, cuando menos, neutralizarán ese descenso.
Un plan diversificador para el trienio 2004-2006
El próximo mes de octubre, poco antes de finalizar el Plan Estratégico actual, 2001-2003, esperan tener ya definida la cadena de actuaciones del próximo plan 2004-2006, que abarcará incluso un periodo más amplio, hasta 2008 quizás, y en el que fundamentalmente se trata de "seguir haciendo bien lo que se ha venido haciendo bien", según fuentes de la dirección de Correos.
No ha sido fácil transformar en una sociedad anónima rentable algo que hace apenas dos lustros era la dirección general de un ministerio. "Pero no sólo no nos podemos dormir en los laureles, sino que hay que trabajar a partir de ahora con más intensidad si cabe".
Los principales caballos de batalla van a ser la modernización de los activos, aumentar la automatización, la mejora de las instalaciones, la motivación de la gente, puesta en servicio de nuevos productos, la aplicación de los acuerdos alcanzados en diciembre... "Sería un error pensar que ya son suficientes el éxito y los resultados del año pasado, hay que reforzarlos y competir en los próximos años, vivir con las menores inversiones posibles por parte de nuestro accionista, aguantar la entrada de más competencia, disminuir la dependencia de la actividad postal tradicional...".
Más de 2.000 oficinas y unos 11.000 puntos de contacto con el cliente son un activo con muchas posibilidades, entre ellas las ventas y carga de telefónos móviles, junto a un largo etcétera. Pero son los servicios financieros los que van a recibir un fuerte impulso potenciando su acuerdo con Deutsche Bank.
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