Russafa responde con una cacerolada a la manifestación contra la inmigración

El barrio valenciano de Russafa rechazó ayer con una cacerolada la marcha autorizada por sus calles al partido ultraderechista España 2000. Un fuerte despliegue policial acompañó a los alrededor de 200 manifestantes ultras durante el recorrido de dos horas. La policía cercó en una calle a un número similar de personas que pretendían demostrar su rechazo al acto para evitar una confrontación, y pidió a algún comercio que bajara las persianas hasta que pasaran los ultras, que gritaron consignas contra los inmigrantes.

El partido España 2000 reunió a unas 200 personas, según fuentes policiales, en la manifestación convocada en Russafa para protestar contra la inmigración. El lema de la marcha reclamaba una "Ruzafa limpia. No a la droga, no a la delincuencia, no a la inmigración ilegal", pero los asistentes corearon frases como "la inmigración destruye tu nación", "Ruzafa y Marraquech la misma mierda es", "no somos moros, nosotros no robamos", y "no hay integración, esto es invasión".

El lema es similar al utilizado en la manifestación de marzo del año pasado, que acabó con destrozos y una veintena de detenidos cuando un grupúsculo rompió la actitud pacífica de una concentración de repulsa al acto de España 2000. Para evitar nuevas confrontaciones, la policía preparó un amplio dispositivo que acompañó en todo momento a los ultras y evitó enfrentamientos con grupos de inmigrantes que mostraban su rechazo a los ultras mientras otros vecinos respondían golpeando cacerolas desde los balcones. Además, la policía cercó en la calle de Arzobispo Melo a unas 200 personas, la mayoría jóvenes, que se habían concentrado antes de la manifestación de España 2000 y pretendían protestar por la autorización del acto. A algún comercio -como un todo a cien propiedad de una familia china- se le pidió que bajara la persiana durante un rato con los clientes dentro hasta que pasaran los manifestantes.

Entre los manifestantes de España 2000 había jóvenes que portaban símbolos fascistas, como la esvástica y las siglas de la policía nazi. Los vecinos que no protestaron en la calle respondieron a los llamamientos de asociaciones de vecinos y entidades de inmigrantes de realizar una cacerolada similar a las que han protagonizado durante el conflicto de Irak.

A pesar de la presencia policial, que realizó un filtrado de las personas que acudían a manifestarse, se registraron algunos enfrentamientos verbales y carreras, aunque sin que llegaran a producirse altercados de importancia.