Portabella alerta del riesgo de una Barcelona autocomplaciente sin ERC
El mitin central de campaña reúne a más de 1.500 personas en el Teatre Grec de Montjuïc
El candidato de Esquerra Republicana de Catalunya a la alcaldía de Barcelona, Jordi Portabella, aseguró ayer que Barcelona quedaría "encallada en la autocomplacencia" si no fuera por la aportación de su fuerza política en el actual equipo de gobierno. Portabella pronunció estas palabras en el mitin central de campaña, que se celebró ayer en el Teatre Grec de Montjuïc y congregó a más de 1.500 personas entre políticos, militantes y simpatizantes.
Jordi Portabella dijo que Esquerra Republicana "es la única izquierda inconformista" del actual gobierno municipal y añadió que los otros son "los amigos de siempre que hacen las políticas de siempre". Y para poner un ejemplo de su discrepancia en algunas de las decisiones tomadas, afirmó que ERC fue la única que se opuso al "show mediático" que hace dos meses organizó el Ayuntamiento para sortear pisos de alquiler para jóvenes.
Un Portabella vehemente y apasionado, casi desconocido para los que le han seguido en lo que va de campaña, reclamó en su discurso más capacidad política para que Barcelona se pueda equiparar al resto de las capitales europeas. "Sólo así seremos capaces de hacer más escuelas y más residencias para ancianos", añadió. La Carta Municipal y el nuevo Estatut son las herramientas necesarias para acortar distancias, apuntó el alcaldable. "La presión fiscal de Barcelona es demasiado alta y necesitamos más sensación de seguridad y una justicia más rápida. ¿Y por qué no lo tenemos?", se preguntó, "Pues porque todo esto está en la Carta Municipal, que lleva seis años encerrada en un cajón del Gobierno central en Madrid", se respondió.
Portabella también señaló la importancia que tienen las infraestructuras "en un mundo cada vez más globalizado" y en este sentido reivindicó un aeropuerto internacional para "la tercera área turística del mundo". El cabeza de lista de ERC criticó la discriminación que, según él, sufre Barcelona en beneficio de Madrid y dijo que el nuevo aeropuerto de Madrid "se está construyendo con los beneficios de El Prat". "Nos toman el pelo y encima se llevan el dinero", apostilló.
Portabella no se olvidó del candidato del PP, Alberto Fernández, y lo criticó por "querer anteponer la seguridad a la libertad". "Nunca habrá seguridad si antes no hay libertad", sentenció el alcaldable republicano, antes de añadir que el suyo es el único partido "catalanista y de progreso" y también "él único capaz de renovar el catalanismo político". El actual tercer teniente de alcalde aspira a ser "la tercera fuerza de gobierno" y a tener más poder de decisión para "poder tener la sartén por el mango".
La resaca del debate
Cuando tomó la palabra después de Portabella, lo primero que hizo el secretario general de ERC, Josep Lluís Carod Rovira, fue felicitar al alcaldable por su "brillantísima intervención" en el debate del día anterior con el resto de los candidatos. No terminaron aquí las alabanzas. "Quedó claro que el discurso más claro y la palabra más valiente fueron los de Jordi Portabella", añadió. Carod habló de Barcelona como "capital de la paz", siguiendo el discurso de tricapitalidad que lleva haciendo Portabella durante la campaña, y reclamó más inversión en cultura de la paz, en cooperación y en solidaridad internacional. El líder de ERC auguró que el partido republicano "volverá a entrar por la puerta grande en el Ayuntamiento", y además "con el discurso más cosmopolita".
Carod también se apuntó al encendido debate que destapó Pasqual Maragall cuando dijo que la federación que ha gobernado Cataluña en los últimos 23 años ha practicado una catalanismo que privilegia "la pureza de sangre y de estirpe". El secretario general dijo que su proyecto incluye a todos los hijos de los inmigrantes castellanohablantes de la posguerra y añadió que "hay que terminar con la idea de una Cataluña partida por la mitad". "¿Quién es más catalán: los que se apellidan Rodríguez y Pérez, y que casi no hablan catalán pero les gusta que sus hijos y nietos sí lo hagan, o aquellos apellidos catalanes tan ricos que son incapaces de etiquetar sus productos en catalán?". "Catalán es quien quiere a Cataluña y quien sabe que quiere morir aquí", replicó Carod. El líder republicano no quiso despedirse de su auditorio sin decirle que ERC "hará un papel extraordinario" el 25-M y que tras los comicios municipales empezarán "a caminar hacia el Parlament y la Generalitat".
'Performance', música y plantas
"Somos un partido laico que ha pactado con las alturas para poder celebrar hoy el mitin". Josep Lluís Carod Rovira se refería así al tiempo ya que, hasta momentos antes de empezar el acto, amenazaba lluvia. Habría sido una catástrofe para los organizadores porque el lugar elegido, el Teatre Grec de Montjuïc, está a la intemperie. El tiempo al final acompañó y más de 1.500 personas pudieron disfrutar del espectáculo. Dos corales de Gràcia cantaron el Cànon de la pau, hubo una performance acrobática con el Adaggio de Albinoni sonando de fondo, cantó Pep Sala (autor del himno de ERC) y al final los 41 miembros de la candidatura (incluido Pere Esteve, que la cierra simbólicamente) animaron al público a cantar con ellos Els segadors.
En la platea, jóvenes, niños, padres y abuelos aplaudían por igual las actuaciones musicales y las intervenciones de Portabella y Carod sin dejar de hacer ondear banderas de ERC y senyeres. Entre actuación y actuación, la banda Dixie Jazz y dos payasos distraían a los espectadores.
El sol se decidió a salir cuando terminaron los discursos y empezaba el aperitivo en los jardines adyacentes al teatro. Muchos ya comenzaron a retirarse y a la salida les esperaba un obsequio: podían elegir entre una planta de menta y una de tomillo. Un señor se acercó al puesto con una especial petición: "Mi hijo me ha preguntado si hay plantas de maría".
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