Aralar denuncia presiones y pintadas en las que se les acusa de "traición"

Dirigentes de Aralar, la fuerza política escindida de la izquierda abertzale durante el proceso Batasuna, que por vez primera se presenta a unas elecciones, denunciaron ayer que desde el inicio de la campaña están sufriendo diversos ataques contra su propaganda electoral. Ayer mismo, desconocidos atacaron una furgoneta electoral aparcada en el barrio de Gros de San Sebastián, le rompieron los cristales y la embadurnaron con pintadas como "traiziorik ez" (traidores, no).

Según miembros de la nueva formación que encabeza Patxi Zabaleta, en varios municipios de Guipúzcoa se retiran sistemáticamente los carteles que Aralar pega en las calles. Joseba Errekalde, candidato que encabeza la lista de Oiartzun, enclave tardicional de la izquierda abertzale, aseguró que en esta localidad les han retirado al menos 150 carteles y seis pancartas. Aunque dijeron carecer de pruebas, los candidatos de Aralar aseguraron "intuir" quiénes son los agresores. "Hablan constantemente de libertad, democracia, justicia, pero mienten porque no nos dejan expresarnos", señaló en alusión a sus radicales ex compañeros.

Estas presiones no han impedido que Aralar siga haciendo campaña. El candidato a diputado general de Guipúzcoa, Iñaki Irazabalbeitia, criticó ayer el militarismo en una concentración ante el cuartel de Intxaurrondo. Por la tarde, presentaron la candidatura en Zaldibia donde Aralar queda como única opción nacionalista tras la ilegalización de la plataforma encabezada por el actual alcalde radical.

[Tres batzokis del PNV fueron atacados con pintura ayer en la capital vizcaína].