700 delitos al día
La región sufre las peores tasas de criminalidad por la falta de agentes y el aumento de mafias que operan en la región
La región vive en los últimos meses las cotas más altas de inseguridad que se recuerden. Sólo en lo que va de año, 48 personas han sido asesinadas, lo que supone un récord histórico de un muerto cada dos días y 18 horas. Las quejas de la oposición y numerosas peticiones de dimisión del delegado del Gobierno en Madrid, Francisco Javier Ansuátegui, han marcado los últimos tiempos. La respuesta oficial ha sido la puesta en marcha de planes de seguridad que sólo han servido para "maquillar ante la opinión pública", según la oposición, unas estadísticas pésimas.
Y es que las cifras policiales, a pesar de ser soltadas con cuentagotas en preguntas parlamentarias, no dejan lugar a dudas. En la región se registra una media de 700 hechos delictivos (faltas más delitos) al día. De éstos, más de 100 son robos con fuerza o intimidación. Cada día han sido robados en la región una media de 50 vehículos.
Algunos planes sólo han servido para trasladar la delincuencia de un distrito a otro
¿Qué falla entonces en la seguridad madrileña? Varios factores se han sumado para que la criminalidad campe por sus fueros y los policías se vean incapaces de frenar las denuncias.
Entre ellas destacan la reducción de las plantillas policiales. Según datos del Cuerpo Nacional de Policía, a finales de 1996 había asignados a Madrid 5.587 agentes, que fueron reducidos a finales de 2001 a 4.902, a pesar de que la población ha ido creciendo en ese lustro. Recientemente el Ministerio del Interior ha destinado a 500 agentes recién salidos de la academia. Sin embargo, fuentes policiales reconocen que son insuficientes y que con estas incorporaciones no se cubren las bajas por jubilaciones o el paso a la segunda actividad (prejubilaciones). Esto implica una reducción de la presencia policial en las calles.
Un segundo factor es la política puesta en marcha desde la Dirección General de la Policía que ha quitado a agentes de la investigación y los ha dedicado a la prevención, dentro del programa de Policía 2000. La compra de numerosas scooters para todas las comisarías ha sido infructuosa, ya que suelen estar aparcadas en las puertas de las dependencias policiales ante la falta de efectivos que conduzcan estas motos. Igual ocurrió durante la presentación de los nuevos 500 agentes. Los mandos policiales cursaron una orden a los comisarios pidiéndoles esas motos y coches patrulla para que el ministro del Interior, Ángel Acebes, les pasara revista. No supuso una merma en la vigilancia, ya que de nuevo la falta de personal hacía que estos vehículos estuvieran en los garajes de las comisarías o a sus puertas. Algunas comisarías, como Alcalá de Henares o Getafe, no llegan a cubrir el 80% de sus plantillas, según los sindicatos del cuerpo.
Otro problema al que se enfrentan los policías es la instalación de numerosas mafias criminales que cuentan con las más poderosas armas de fuego y medios técnicos para delinquir. Cabe recordar los asesinatos de los inmigrantes búlgaros Iván Dimitrov Dokatanov, de 40 años, y Petrovic Murolov, de 28, el 26 de febrero en Ciudad Lineal. Fueron acribillados a balazos con un fusil ametrallador marca Kaláshnikov. Los responsables policiales argumentan que la mayoría de los asesinatos que se producen en la región obedecen a ajustes de cuentas entre bandas rivales que saldan sus diferencias a tiros.
Las armas han sido las protagonistas en más de la mitad de los 48 homicidios registrados en la región. Esto ha resultado muy raro en los últimos años, cuando los homicidios se perpetraban a navajazos o a golpes durante peleas o reyertas. La entrada de esas mafias cargadas de armamento de fuego y la facilidad para comprar pistolas en lugares marginales como el hipermercado de la droga de Las Barranquillas o algunos bares de copas han cambiado la forma de asesinar.
Las noches se han vuelto más inseguras ante la escasa presencia policial. Los sindicatos han denunciado que algunos distritos cuentan sólo con uno o dos coches patrulla, pese a ser las horas, junto con los fines de semana, en las que más delitos y faltas se producen. Los agentes que antes cubrían este servicio han sido destinados a la policía de proximidad o a labores burocráticas.
La puesta en marcha de algunos planes policiales sólo ha venido a trasladar la delincuencia de unos distritos a otros. En octubre, la Dirección General de la Policía ponía en marcha de manera conjunta en varias capitales, entre ellas Madrid, el denominado Plan Focus. Éste consistía en sacar agentes antidisturbios llegados de otras regiones por las zonas más conflictivas y por los focos de la delincuencia, sobre todo en Centro, Puente de Vallecas, Usera-Villaverde y Tetuán. Los resultados fueron vendidos a bombo y platillo: en esos meses, se produjeron 5.067 detenciones en Madrid, de las que 3.322 se debieron a infracciones de inmigrantes a la Ley de Extranjería. Esta presión policial se tradujo en que aumentaron las denuncias en los distritos periféricos a los que se impuso el Plan Focus, como Arganzuela o Chamberí, según fuentes policiales.
La delincuencia creció en las ciudades de más de 50.000 habitantes (las controladas por el Cuerpo Nacional de Policía) durante 2002 un 11,68%, lo que la convirtió en la segunda región con mayor aumento tras el 44,95% de Baleares. Madrid pasó de 337.224 infracciones conocidas en 2001 a las 376.619 del año pasado. Mientras, en la zona vigilada por la Guardia Civil bajaron un 4,9% (de las 24.761 infracciones conocidas en 2001 a las 23.548). El número de detenidos aumentó en esta zona un 11,7%.
Los mandos policiales se han visto incapaces en estos meses de frenar la delincuencia. A ello se han unido las críticas de la oposición, que ha pedido la destitución de Javier Ansuátegui.
Pendientes de los naipes
El llamado asesino del naipe se ha convertido en la peor pesadilla para los agentes de Homicidios del Cuerpo Nacional de Policía y de la Guardia Civil. Este criminal ha matado a seis personas entre el 25 de enero y el 18 de marzo. Siempre ha actuado de la misma forma. Ha disparado a sus víctimas en la cabeza en lugares poco transitados, lo que le ha permitido huir con total impunidad y sin ser visto por posibles testigos.
La policía ha relacionado los homicidios gracias a que siempre ha utilizado el mismo arma, una pistola del calibre 7,62 modelo Tokarev. También ha sacado dos retratos-robot gracias a que dos de sus víctimas sobrevivieron a su ataque. Se trata de la dueña de un bar de Alcalá de Henares y la novia de un estudiante ecuatoriano afincado en Tres Cantos.
Los investigadores están siguiendo desde hace más de un mes a un hombre que responde a las características físicas y a la forma de actuar del asesino. Algunos mandos policiales ordenaron su arresto inmediato al ser reconocido por una de las víctimas, pero los encargados de las pesquisas lograron frenar este arrebato de detención y decidieron seguirle, incluso por el extranjero.
Fuentes judiciales no descartan que este individuo sea detenido pronto, a pesar de que todavía quedan muchos interrogantes. Es más, algunos policías dudan de que ese sospechoso sea realmente el asesino en serie.
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