Los políticos condenan el nuevo incidente racista del barrio de Terrassa

Las reacciones de los políticos sobre el último brote racista de Ca n'Anglada, en Terrassa, no se hicieron esperar y en algunos casos avivaron el debate sobre si en campaña electoral se debe hablar de inmigración o no. Algunos, sin embargo, como Pasqual Maragall y Artur Mas, no quisieron pronunciarse al respeto "por no disponer de suficiente información". Los que sí opinaron coincidieron en condenar sin ningún tipo de paliativos las agresiones xenófobas que sufrió un ciudadano magrebí a manos de un grupo de skins el pasado 3 de mayo.

El alcalde de Terrassa y candidato a la reelección por el PSC, Pere Navarro, dijo que está "en contra de todo tipo de violencia", pero que considera que, al producirse en Ca n'Anglada, "los hechos se han magnificado". "Sabe mal porque Ca n'Anglada es como cualquier otro barrio con gente normal y trabajadora que quiere vivir tranquila, y los están criminalizando cuando no tienen nada que ver". El líder del PP en esta población, Francesc Xavier Ballbé, consideró que la agresión "es consecuencia de la crispación que se ha vivido en barrio desde los hechos de 1999", informa Efe. Por su parte, el alcaldable del PP por Barcelona, Alberto Fernández Díaz, dijo que los autores de este tipo de actos "merecen un castigo ejemplar".

El candidato de CiU a la alcaldía de Barcelona, Xavier Trias, se mostró partidario de la "tolerancia cero con las actitudes de carácter xenófobo" y añadió: "No se puede hacer un uso equivocado de la inmigración, y menos relacionarla con la delincuencia, porque creamos alarma y situaciones negativas". Trias se mostró contrario a que la inmigración sea motivo de discusión en una campaña electoral, "y menos de una manera negativa", añadió. No compartió la opinión del convergente el líder del PP catalán, Josep Piqué, que ayer se reunió con empresarios de Castelldefels. Piqué señaló que la inmigración ilegal, así como la mendicidad, es una de las preocupaciones generalizadas de los ciudadanos, por lo que "es normal que se hable del tema en la campaña electoral".

El cabeza de lista de ERC a la alcaldía de Barcelona, Jordi Portabella, apuntó: "Este tipo de actos no hacen más que perjudicar a la convivencia y la cohesión social y terminan por perjudicarnos a todos". Sobre cohesión también habló el secretario general de CiU, Josep Antoni Duran Lleida, quien afirmó: "Si Cataluña tiene un reto es el de la integración y el control de la inmigración, que procede sobre todo de fuera del Estado y especialmente del Magreb". El presidente de Iniciativa per Catalunya-Verds, Joan Saura, mostró su más absoluta repulsa por el ataque de carácter racista de Ca n'Anglada. En este sentido, señaló que "es irónico que el líder del PP en Terrassa atribuya las agresiones a la crispación, cuando es esta formación la que más contribuye a generarla". Saura, que ayer por la tarde visitó Terrassa, acusó allí al PP "de intentar romper la convivencia en los municipios catalanes con el discurso franquista, absolutamente xenófobo y de extrema derecha que está utilizando en esta campaña electoral".