Los poemas contraculturales y 'hippies' llenaron el Mercat
El Mercat de les Flors, a reventar con las voces de la contracultura norteamericana invitadas a Barcelona Poesia
La penúltima jornada de los Set Dies de Poesia a la Ciutat se cierra siempre con una sesión dedicada en exclusiva a los poetas del país invitado al Festival Internacional, que culmina la noche siguiente en el Palau. Como se había anunciado profusamente, los de este año eran las voces más destacadas de la contracultura americana gestada en los hippies años sesenta: Patti Smith, Amiri Baraka y John Giorno, con el añadido de Dionisio Cañas. Sus biografías están llenas de términos como beatnik, transgresión, innovación, performance, underground, etcétera, cosas sin duda muy apreciadas en la ciudad, pues la respuesta del público fue masiva: el medio millar de butacas del Mercat de les Flors, vendidas (al precio casi simbólico, eso sí, de tres euros), y con gente en la calle.
Más que de poesía, en la sesión del martes, por el tono de los autores al recitar los textos, cabría hablar de letanías, aunque no por ello gustaron menos. Dionisio Cañas, por ejemplo, leyó cuatro como quien oficia unas exequias, pero su Epitafio final fue ciertamente conmovedor. John Giorno, cabecilla underground y rey de los performers, contó con su peculiar estilo oscilante (pequeños saltitos intermitentes, ahora sobre un pie, ahora sobre el otro) sus últimas horas con William Burroughs, y la cosa debía de ser divertida, pues sus colegas se reían a menudo, y algunos en la platea también. Tras él apareció la "musa del punki", Patti Smith, ya con el público en el bolsillo. Tuvo el detalle de abrir y cerrar su intervención con sendas canciones, y sus palabras sonaron más comprensibles que en los poemas lisérgicos que declamó. Finalmente, el líder del movimiento black power, Amiri Baraka, desplegó toda suerte de artes declamatorias muy aplaudidas por el respetable, aunque no todos entendieran la letra. Tampoco era cuestión de ponerse a leer el libreto con las traducciones, entre otras cosas porque en la total oscuridad era imposible. Y a cualquiera se le ocurre pedir subtítulos, no sea que te echen por provinciano.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.