Las víctimas de la represión israelí colapsan los hospitales palestinos
Helicópteros del Ejército ametrallan los edificios en varias ciudades
Los centros hospitalarios que dependen de la Autoridad Palestina se ven desbordados y sin medios después de cinco días de enfrentamientos como consecuencia de la violenta represión de la policía y del Ejército de Israel contra los manifestantes. Un puente humanitario con la capital de Jordania (Ammán) tratará de solucionar en las próximas horas la pésima atención sanitaria, agravada por la falta de medicamentos y de sangre. Los suministros no llegan debido a los cortes de transportes y comunicaciones que desde hace dos días imponen los soldados israelíes.
Los centros hospitalarios que dependen de la Autoridad Palestina se ven desbordados y sin medios después de cinco días de enfrentamientos como consecuencia de la violenta represión de la policía y del Ejército de Israel contra los manifestantes. Un puente humanitario con la capital de Jordania (Ammán) tratará de solucionar en las próximas horas la pésima atención sanitaria, agravada por la falta de medicamentos y de sangre. Los suministros no llegan debido a los cortes de transportes y comunicaciones que desde hace dos días imponen los soldados israelíes. "Se nos mueren en las manos", lamenta el doctor Mohamed Jalil, de la unidad de cuidados intensivos del hospital central de Ramalha. La escalada de violencia en Oriente Próximo se mantuvo ayer por quinto día consecutivo con los ataques masivos de helicópteros israelíes en Gaza, Ramalha y Nablús y con la incorporación a las protestas de la comunidad árabe de Israel -un 18% de la población del país- a la Intifada palestina. Las manifestaciones afectaron sobre todo a las poblaciones árabes de Galilea, en el norte de Israel. La represión causó al menos 15 víctimas, con lo que el número de muertos desde el pasado viernes se acerca al medio centenar. El primer ministro israelí, Ehud Barak, que también es ministro de Defensa, reunió ayer al Gobierno con carácter de urgencia. Posteriormente, Barak dijo que no habrá ningún cambio mientras se mantenga la violencia. "No estamos dispuestos a ceder ante la fuerza", aseguró. Por su parte, la misión palestina ante Naciones Unidas pidió ayer una reunión urgente del Consejo de Seguridad. La Unión Europea y Estados Unidos condenaron los actos de violencia. El presidente francés, Jacques Chirac, responsabilizó de este estallido de violencia al líder de la derecha israelí, Ariel Sharon, por haber irrumpido el pasado jueves en la Explanada de las Mezquitas rodeado de soldados.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.