Gallardón prevé modelos de vivienda para ancianos, jóvenes y artistas

El plan de vivienda que el candidato a alcalde por el PP, Alberto Ruiz-Gallardón, quiere aplicar en el centro de la ciudad si gana las elecciones obliga a hacer modificaciones puntuales del Plan General de Ordenación Urbana. Los populares pretenden cambiar los usos del suelo en determinados barrios y convertir edificios degradados, vacíos o infrautilizados en pisos pequeños de alquiler para jóvenes, zonas verdes o equipamientos, y transformar suelo terciario (oficinas) en residencial o dotacional. Además, Ruiz-Gallardón prevé crear modelos específicos de vivienda para jóvenes, ancianos dependientes o artistas.

El diagnóstico que hace el PP es el siguiente: desde hace 30 años, y fruto de "una espectacular revalorización del patrimonio inmobiliario y de suelo", el centro urbano de la capital ha ido perdiendo población y se ha envejecido de forma alarmante -el 18% de sus vecinos es menor de edad, frente al 25% de mayores de 65 años, cuando en el resto de la ciudad esos porcentajes están igualados-. Los jóvenes no pueden permitirse adquirir un piso en el centro y "el tejido residencial ha sido sustituido por el terciario".

La consecuencia de todo ello es un "profundo deterioro de la habitabilidad" de la almendra central, con muchas viviendas vacías y otras muchas en situación de ruina o deterioro -25.000 "necesitan rehabilitación urgente"- que favorecen la creación de "bolsas de marginalidad" y la criminalidad. "Hay casas antiguas en las que se hacinan familias enteras, sobre todo inmigrantes; eso es un foco de marginalidad. Y hay calles que de noche están completamente vacías porque todo son oficinas, comercios cerrados y casas deshabitadas", aseguran desde el equipo de Ruiz-Gallardón.

Escaparate de la ciudad

En resumen, el programa del PP en materia de vivienda pretende resolver dos problemas al mismo tiempo: sacar al mercado pisos de alquiler barato -en un momento en el que su precio crece sin freno- y recuperar el urbanismo del centro para devolver a esta zona su carácter emblemático de "escaparate" de la capital. Ruiz-Gallardón, que ya había adelantado este plan durante la precampaña, lo presentó ayer oficialmente en un acto en el distrito de Usera.

El plan del alcaldable supone la creación de 75.000 nuevas viviendas en toda la ciudad, 40.000 de ellas en una "zona centro" que abarca varios distritos. En realidad, no es que el PP vaya a construir -si gana- esas 40.000 viviendas nuevas (entre otras cosas porque no cabrían), sino que haría sitio para que 40.000 familias puedan habitar unos edificios que ahora están vacíos, en ruina, "infrautilizados" u ocupados por oficinas cuando son de uso residencial.

Para lograrlo sería necesario, en primer lugar, modificar el Plan General de Ordenación Urbana de Madrid (PGOUM), el documento que regula todo el desarrollo urbanístico del municipio. Esa "modificación puntual", que tardaría en consumarse "entre cuatro y ocho meses" -y que precisaría del visto bueno final de la Comunidad-, permitiría cambiar el uso del suelo en algunos barrios: de terciario a residencial, por ejemplo, o de residencial a dotacional. "En zonas como Lavapiés o cerca de Conde Duque hay manzanas enteras de infraviviendas que podrían ser sustituidas por equipamientos sanitarios, colegios, parques... Y también hay edificios, en el barrio de Salamanca o en Chamberí, ocupados del primero al último piso por oficinas cuando la normativa sólo permite el uso terciario en la primera planta", señalan las mismas fuentes.

La modificación del PGOUM conllevaría asimismo la revisión del catálogo de edificios protegidos: decenas de casas antiguas, que el PP considera infrautilizadas o en situación de grave deterioro, perderían la protección urbanística que impide reformarlas. "Respetaríamos, por supuesto, las fachadas y la altura, pero el interior sería rehabilitado y convertido en pisos más pequeños y funcionales", indica Ruiz-Gallardón.

Triplicar las ayudas

El candidato anunció ayer que triplicará las ayudas a la rehabilitación para que sean los mismos propietarios de los edificios los que se decidan a transformar esos grandes bloques en pisos que después tendrían que poner en alquiler. Al dueño que se niegue a hacerlo se le ofrecerá comprarle el piso o, finalmente, se le expropiará.

Esa "revitalización del casco urbano" que promete el PP incluye idear modelos de vivienda para determinados sectores: pisos pequeños y funcionales para jóvenes parejas, viviendas adaptadas y con medidas de accesibilidad para ancianos dependientes y hasta casas "especialmente diseñadas para artistas o creadores" (elementos propios de un taller combinados con la vivienda, locales de ensayo musical en la misma manzana...).

Además de esas 40.000 viviendas en la "zona centro", el plan de Ruiz-Gallardón prevé promover la construcción de otras 35.000 casas en los nuevos desarrollos urbanísticos: 6.000 de ellas las levantaría directamente la Empresa Municipal de la Vivienda (EMV) y las restantes 29.000 tendrían algún tipo de protección oficial (para familias con bajos recursos). El PP promete, por último, realojar a 2.500 familias que viven en chabolas o en infraviviendas.