La realidad de la siniestralidad laboral
Como cada año, se han hecho públicas las estadísticas de accidentes de trabajo y de enfermedades profesionales declaradas en el 2002 en la Comunidad Valenciana, por lo que conviene verificar si es aceptable la visión optimista ofrecida por la Generalitat en la presentación de los resultados de la ejecución del Plan de lucha contra la siniestralidad laboral en el 2002 (el primer Plan de Acción se aprobó en el año 1998, siguiendo las directrices del plan correspondiente del Ministerio de Trabajo, plan que ha tenido su continuidad en sucesivos planes anuales). Una visión continuista respecto de la de años anteriores, debiendo tener en cuenta el gran incremento de los accidentes sufrido a partir de 1997, así como la voluntad declarada por la Generalitat de atajar lo que puede calificarse con propiedad como el factor más negativo presente (junto con la precariedad laboral y el paro) en las relaciones laborales de nuestra comunidad.
En índices de incidencia y frecuencia, la Comunidad Valenciana es la segunda de España
El informe de siniestralidad de la Conselleria de Economía del año 2002 cuantifica el total de accidentes en jornada de trabajo (excluidos los accidentes in itinere) y de enfermedades profesionales en 107.645, de ellos 106.449 leves, 1.090 graves y 106 mortales. Comparadas estas cifras con las del año 2001, se detecta un descenso en los accidentes de trabajo leves del 6,9% así como del 0,2% en los graves, y, por el contrario, se produce un aumento importante en los accidentes mortales del 12,8%, y de un 9,1% en el total de las enfermedades profesionales declaradas.
Para una mejor valoración de los datos ofrecidos conviene analizar la evolución de los accidentes de trabajo en el periodo 1998-2002 (periodo de vigencia de los planes de la Generalitat), observándose que el total de los accidentes en jornada de trabajo crecieron en 1999 de forma importante sobre 1998 (17,36%), manteniéndose en cifras parecidas en los años siguientes, aunque reduciéndose en 2002, con un incremento total en el periodo del 10,8%.
Más significativo es analizar su evolución en el mismo periodo en función de la gravedad, y así los accidentes graves en 1999 crecieron también sobre los de 1998 (13,7%), manteniéndose estable esta cifra aunque aumentando en 2002, con un incremento final del 19,8%, si bien el aumento mayor se produjo en los accidentes mortales: 25 accidentes más en 2002 que en 1998, lo que supone un incremento del 30,8%.
En cuanto a la evolución de las enfermedades profesionales, en este caso en el periodo 2000-2002, único facilitado en el informe de la Generalitat para el año 2002, se comprueba que en el 2000 se declararon 587; en el 2001 se incrementaron en un 34% y en el año 2002 aumentaron en un 9%, produciéndose un incremento total en los dos últimos años del 46%.
Si comparamos los datos entre CC AA (según un estudio de CC OO a partir de las estadísticas del Ministerio de Trabajo ya que éste aún no ha publicado su informe anual para 2002), la Comunidad Valenciana, con más del 11% del total, se encuentra en cifras absolutas en el cuarto lugar, después de Cataluña, Andalucía y Madrid, al igual que en 2001, lo que se justifica por el mayor volumen de empleo de estas comunidades en relación con el total nacional; en cuanto a la clasificación por su gravedad, en la Valenciana se han producido el 9% del total de accidentes graves y el 9,5% de los mortales, situándola también en el cuarto lugar entre las CC AA; si bien si atendemos a la evolución registrada entre los años 2001-2002 ésta ha sido similar a la de las CC AA citadas en cuanto a accidentes graves, siendo en cambio muy negativa la de los accidentes mortales (+12,8%), comparada con Andalucía (0,0%) y Madrid (-11%), no así con Cataluña (+20%).
Por otra parte, vamos a analizar la evolución de los índices de siniestralidad, que al ser unas medidas relativas tiene un mayor valor de comparación. Según los datos de la Generalitat del 2002, el índice de incidencia de accidentes (que relaciona el numero de accidentes en jornada de trabajo con baja con el total de trabajadores ocupados) ha pasado de un índice del 69,8 (x 1.000) en el año 1998 al 61,2 en el 2002, si bien se ha producido un descenso significativo respecto del índice de los años 1999/2001, que fueron del 79,6 y el 72,2 respectivamente.
No obstante, comparando este índice entre CC AA, de acuerdo con el informe del Ministerio de Trabajo del año 2001, nos encontramos que la Comunidad Valenciana, con el 8.844 (x 100.000 trabajadores) es la segunda con mayor incidencia después de Baleares.
En cuanto al índice de frecuencia, que indica el numero total de accidentes con baja en jornada por cada millón de horas trabajadas, la Comunidad valenciana se encuentra en la misma situación, la segunda con mayor índice (52,6) después de Baleares.
Finalmente, respecto al índice de gravedad, que tiene en cuenta el numero de jornadas no trabajadas a causa de los accidentes ocurridos en jornada de trabajo, por cada mil horas trabajadas, la Comunidad Valenciana es la cuarta con un índice del 1,11, siendo el mayor el índice de Asturias (por la mayor gravedad de la minería del carbón), seguida de Baleares y el País Vasco (por la actividad de fabricación de productos metálicos). Se encuentra, así pues, a la cabeza de las CC AA en los tres índices utilizados.
En síntesis, éstos son los datos más relevantes de acuerdo con las estadísticas publicadas por lo que merecen ser objeto de reflexión, valorando a partir de los mismos la eficacia de las medidas adoptadas en los planes de actuación realizados hasta la fecha por la Generalitat Valenciana.
Juan Alegre López es profesor colaborador del IES-CEU San Pablo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.