Una villa 'herida' desde un domingo primaveral
Hace cuatro años los regidores de Durango creían que lo que iba a marcar el mandato que ahora termina era el soterramiento de las vías del tren de la línea Irún-Bilbao. El compromiso político para cerrar esta cicatriz que divide físicamente la villa era ya un documento oficial. Pero la realidad ha sido bien distinta. Las obras para que el trazado ferroviario transcurra bajo tierra ni siquiera han empezado.
Y, por el contrario, en Durango se ha abierto en este tiempo otra herida. La abrió un pistolero de ETA un domingo primaveral de 2000. El 4 de junio, un tiro segó la vida de un vecino que tenía 57 años, esposa y dos hijas. Jesús Mari Pedrosa, el veterano portavoz del PP en el Ayuntamiento, militante de ELA, se encaminaba solo (no quería llevar escolta) a su ronda de poteo dominical.
Aquel asesinato convulsionó el pueblo y le arrebató su "mejor amigo" a Juan José Gastañaza-torre, quien tomó el relevo de Pedrosa como portavoz y encabeza ahora la lista del PP. El crimen marcó un antes y un después en la vida municipal. Pero el mandato ya había empezado de manera diferente en esta villa, según recuerda Gastañazatorre, con 20 años de edil a sus espaldas.
Hasta entonces todos los partidos con representación municipal habían estado -con voz pero sin voto- en la comisión de gobierno: desde Euskadiko Ezkerra hasta el PP. Pero en esta ocasión la integraban sólo la coalición PNV-EA y su socio, Euskal Herritarrok. El PP asegura que fue expulsado de este órgano. El PSE dice, en cambio, que renunció a estar. "Eso ya provocó tensión en la vida municipal", manifiesta el portavoz socialista, José Antonio Delgado, quien añade: "Las relaciones se rompieron en lo político, pero no en lo personal".
Así empezó el mandato. Cinco días después del crimen, PNV-EA rompió su pacto con la izquierda abertzale al negarse ésta a condenarlo. Ahí empezó el fin de la etapa de colaboración institucional de los nacionalistas con EH, iniciada a la sombra del alto el fuego de ETA. El popular Gastañazatorre dice tener aún dudas de "si la ruptura fue real o fingida". Aquel verano ETA regresó al pueblo: intentó matar a un edil del PP de la vecina Abadiño. Además, dos de los etarras muertos aquel verano al estallar su coche en Bolueta eran durangueses. El portavoz del PP está muy disgustado por que el PNV-EA impidiera nombrar una calle en recuerdo a Pedrosa; le gustaría que la nueva sede de la feria del libro llevara el nombre de su amigo.
La alcaldesa, Pilar Ardanza (PNV-EA), dice que tras el asesinato de Pedrosa ya "nada fue lo mismo" en el consistorio. Asegura que fue el peor momento en los 12 años que lleva de regidora. No va a seguir. Es candidata a las Juntas Generales de Vizcaya. Siete de los 21 concejales actuales repiten en las listas, que el PP y el PSE no han logrado completar con vecinos del pueblo. Aralar se presenta. También la agrupación Mugarra Bilgunea, en la que el hoy concejal de la izquierda abertzale Ibon Petralanda va sexto.
La alcaldesa Ardanza se va con las ganas de poner "la primera piedra, la segunda y la tercera" del soterramiento del tren y de "cortar la cinta" en la inauguración de lo que será la sede estable de la Feria del Libro y el Disco Vascos de Durango. Lo que se empezó a barajar hace 20 años es un pabellón de 2.500 metros cuadrados que debería abrir sus puertas en diciembre, para acoger la 39ª edición de la feria. El presidente de la Fundación Gerediaga, Anton María Aldekoa, está entusiasmado con la marcha que lleva la obra, aunque opina que "ya era hora".
Pese a las discrepancias, las propuestas suelen ser aprobadas por consenso por parte de las fuerzas democráticas. El Ayuntamiento acaba de sentar las bases para afrontar el problema de la vivienda, lo que la alcaldesa define como "el gran reto" de su sucesor. Habrá pisos protegidos, asegura la aún alcaldesa. Y es que los precios son escandalosos. Pero dice Pilar Ardanza que el pueblo tiene futuro porque la población aumenta: "Está plagado de chiquillos". El paro ronda el 8% y hay como un centenar de inmigrantes, sobre todo suramericanos, empadronados.
Queda por ver ahora cuándo empezarán las obras del tren y cuándo se cerrará la herida por Pedrosa. Ante las amenazas había advertido: "Iré al cielo o al infierno, pero desde Durango".
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