El despegue de Málaga

El gran salto cultural de Málaga lo marcará la apertura en octubre del Museo Picasso, el proyecto más ambicioso de la Junta en esta legislatura y el que dará mayor proyección internacional a la ciudad. Pero en los últimos ocho años se ha producido un despegue espectacular en la oferta cultural. El Festival de Cine Español, el Centro de Arte Contemporáneo, la reforma de la casa natal de Picasso y el Museo Municipal son algunos de los avances de una ciudad que pese a ser turística tenía una oferta cultural insignificante hasta no hace mucho. El PP se atribuye el mérito de haber incrementado en un 300% la superficie de uso cultural y multiplicado por diez el espacio expositivo. Pero, pese al aumento, aún no hay ningún museo en la ciudad.

El Museo de Bellas Artes está un poco más cerca, pero aún sin fecha de apertura. Los cuadros llevan más de cinco años embalados porque el edificio que los albergaba se destinó a sede del Museo Picasso. Las movilizaciones ciudadanas han arrancado al Ministerio de Administraciones Públicas el compromiso de ceder los bajos del edificio de la Subdelegación del Gobierno, aunque la oposición y la plataforma siguen reivindicando el inmueble completo. El objetivo es crear un circuito cultural que incluya el Museo Picasso, el de Bellas Artes, la Alcazaba y el Teatro Romano, muy próximos entre sí.

Proyectos al margen, en los últimos años se ha creado también un festival de música sacra, otro de música clásica, se ha diversificado la oferta del Teatro Cervantes incluyendo por primera vez un ciclo de músicos malagueños, y se acaba de cerrar una permuta que permitirá rehabilitar el cine Echegaray y convertirlo en teatro. Pero las personas vinculadas al mundo de la cultura echan en falta locales de ensayo, un auditorio, aulas de teatro, equipamiento en las barriadas y una programación teatral más intensa.