Que nadie olvide

Yo no puedo olvidar, no quiero olvidar y no olvidaré qué cosas han ocurrido en mi país, España, en estos dos últimos años. Todo ello promovido, defendido e impuesto por un presidente de Gobierno que no se presentará de nuevo a las elecciones, dando por entendido que nada de esto ha sido cosa exclusiva suya sino de la totalidad de su partido, el PP, que le ha avalado y seguido ciegamente hasta el suicidio político. Veamos:

1. Decretazo, ley de reforma laboral "liberalizadora", tan liberalizadora como quisieron los empresarios, es decir "despido libre y gratuito". Los trabajadores y los sindicatos se lo han hecho comer con patatas. ¡Cuidado, no olvidar que volverán las oscuras golondrinas!

2. Ley de calidad educativa, ¡qué buen marketing! ¿Quién no desea calidad para cualquier cosa? Pero resulta que la calidad educativa significa para quien la promueve y la impone por narices nada más y nada menos que religión en las escuelas públicas. Ésta nos la hemos comido con patatas la totalidad del país, España entera.

3. ¡Qué decir del chapapote! Un viejo e inadecuado gigante del mar se halla herido leve a pocas millas de la costa de Galicia y lanza un SOS de ayuda, necesita un puerto donde atracar. ¿Le ayudan? No, los cazadores de osos rumanos (rumanos, ¡eh!, que no españoles, que aquí es impensable, faltaría más) le conminan a que se enfrente a las terribles marejadas del Atlántico, le zarandean, le suben y le bajan por el mapa hasta que no puede más y se hunde en el peor de los sitios. Consecuencia: chapapote por un tubo, por y para todos los gallegos, y, por extensión, para toda España y la humanidad, pobre Galicia, pobre España y pobre planeta.

4. Por último: la locura final de apoyar, promover e imponer la guerra contra el inocente pueblo iraquí, tiranizado por el sátrapa de turno, primero, y arrasado y robado, después, por los "civilizados" aliados del lado oscuro de la razón. Resultado: miles de muertos, miles de personas destrozadas, niños incluidos, miles sin casa, sin agua y sin comida, patrimonio de la humanidad evaporado, destrozado y robado, pillaje, desolación. La victoria es un hecho, comienza la ocupación, los extremismos acechan.

Nos venden el fin de una guerra que nunca debió comenzar, nos venden que han hecho lo que tenían que hacer y lo han hecho bien. Por eso no hay que olvidar, yo no lo voy a hacer. Las elecciones están cerca. Se acerca el momento de decirles lo que pensamos de su trabajo bien hecho. Que nadie olvide.