Zapatero ofrece en Murcia un pacto por el agua para fortalecer la cohesión de España
El líder del PSOE agradece a Francia la lucha contra ETA sin pedir nada a cambio
En Murcia se habla mucho del agua ante la necesidad perentoria de esta región de recibirla para el regadío. El líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, aseguró que si llega al Gobierno impulsará con todas las comunidades y con la oposición un pacto de Estado por el agua, porque tratándose de la cohesión de España estima imprescindible llegar a acuerdos. El día anterior, José María Aznar aseguró a los murcianos que con él llegará el agua. Los socialistas denuncian que dos años después de aprobado el Plan Hidrológico Nacional (PHN) no ha llegado ni una gota.
El secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, en su segundo día de campaña eligió Murcia. No es ésta una plaza fácil para los socialistas toda vez que la oposición de la dirección del PSOE al Plan Hidrológico Nacional del Gobierno de José María Aznar ha puesto a los socialistas murcianos en una situación difícil. Dos años después de aprobado el PHN, el PSOE murciano se agarra a que ni una sola gota de agua ha llegado a su región, tal y como denunció ayer el candidato socialista a la presidencia de la región, Ramón Ortiz.
Pero de las palabras de Zapatero se deduce que si el PSOE llega al Gobierno de la nación en las elecciones generales del próximo año habrá borrón y cuenta nueva para abordar el problema del agua. "Mi compromiso para Murcia es que tenga agua y no por votos sino por justicia; pero debe haber paz en España por el agua y lo conseguiremos". El líder socialista se comprometió a llegar a acuerdos con todas las regiones y con los partidos de oposición para este asunto fundamental en la cohesión de España. "Por los intereses de España estoy dispuesto a llegar a acuerdos", aseguró Zapatero.
La moderación y el respeto al adversario que el líder del PSOE defendió ayer en el Palacio de los Deportes de Murcia, ante unas 10.000 personas fue muy bien acogido, a pesar de que previamente le habían pedido que "diera caña".
El pacto que Zapatero ofrecerá, si gobierna, en torno al agua no fue posible hace dos años en el Congreso, donde hubo una división profunda. "El Gobierno nunca me llamó para hablar del agua". Pero Zapatero aunque obvió hablar de los conflictos internos que también se abrieron en su partido por el agua, él sabe que el PP ha utilizado esas diferencias para atacar al PSOE en diferentes regiones y, sobre todo, en Murcia.
Los socialistas apoyaron mayoritariamente las tesis del presidente de Aragón, Marcelino Iglesias, en detrimento de otros socialistas como valencianos y murcianos. Al final, el PSOE consiguió que la situación no apareciera como de división radical al votar en el Parlamento a favor del plan alternativo del PSOE y también al anexo de inversiones que el Gobierno ofreció comunidad por comunidad y que todos aceptaron.
En la línea del lema de esta campaña socialista Otra forma de ser, otra f
orma d
e gobernar, Zapatero se comprometió a "jugar limpio", pero no evitó lanzar fuertes críticas a Aznar, que el día anterior había estado en esta ciudad. La detención ayer de cuatro etarras por la policía francesa le vino a Zapatero que ni pintado para extenderse en su tesis desde hace varios días de que Europa lleva apoyando a España 25 años sin pedir nada a cambio.
"Muy agradecidos"
Francia tampoco lo ha hecho, a pesar "de que no apoyó la guerra contra Irak y Aznar sí", recordó Zapatero. "Los españoles estamos muy agradecidos a Francia por su colaboración en la lucha contra el terrorismo, que es la más importante que se nos brinda". Con esta apostilla el líder socialista puso a Francia en primer lugar en la lucha contra ETA y no reconoció ningún valor esencial a EE.UU. "Con Francia debemos mostrar gratitud y no hace falta ninguna sumisión, que es la que muestra Aznar a Bush", señaló Zapatero y, en esta ocasión, los aplausos arreciaron.
Un día más, Zapatero también habló de la guerra, no en su aspecto central sino para situar la forma de actuar de Aznar, "en contra de los ciudadanos", como un modelo a no seguir. "Necesitamos una democracia mejor, con más pluralismo, con más diálogo, porque el PP ha demostrado que tiene alergia a las manifestaciones y no digamos si en ellas participa el PSOE y yo mismo".
Pero también sus compañeros murcianos, a los que Zapatero vino ayer a apoyar, mencionaron la guerra y la catástrofe del Prestige.. Así lo hicieron Ramón Ortiz, candidato a la presidencia, y José Fuentes Zorita, aspirante a la alcaldía. Ambos políticos murcianos mencionaron esos dos episodios como datos para explicar "la segura derrota" del PP en las elecciones. En esta región, el PSOE sufrió una catástrofe electoral en 1995 de la que ahora creen que van a recuperarse.
En Murcia, como en el resto de España, se confía en los jóvenes. Zapatero les pidió que votaran a las candidaturas murcianas porque el partido en esa region "ha aprendido la lección, se ha renovado, está en forma".
"No hay que tener miedo"
Tanto en Murcia como en otros lugares de España las posibilidades de gobernar para el PSOE sólo serán posibles con el concurso de Izquierda Unida. Y esta circunstancia es la que recuerda casi todos los días el presidente del Gobierno, José María Aznar, y otros muchos dirigentes del PP al alertar contra "la coalición social-comunista". "El PP quiere transmitir miedo ante nuestra victoria y se pregunta todos los días con quién vamos a gobernar. Y es porque ya saben que les vamos a ganar, y son ellos los que tienen mucho miedo a perder", dijo Zapatero en un tono bastante jocoso. "Pero los ciudadanos de este país no tienen miedo porque ningún partido democrático es peligroso, ni siquiera el PP, aunque hoy es necesario que pase a la oposición". Grandes risas y aplausos coronaron estas afirmaciones. Los socialistas murcianos escucharon de Zapatero propuestas en contra de la precariedad laboral y a favor de una gestión pública transparente. "Un euro público es sagrado porque quien paga fundamentalmente impuestos son los trabajadores", clamó Zapatero para regocijo de los militantes y simpatizantes de la región de Murcia.
Este público mostró una gran paciencia y ganas de ver de cerca a Rodríguez Zapatero ya que aguardaron, sin muestras de enfado ni nerviosismo, un par de horas sentados en las gradas del recinto deportivo hasta que empezó el acto. De avanzadilla se emitieron dos vídeos. Uno se estrenó precisamente en Murcia e hizo las delicias del auditorio por su argumento. Un monigote explicaba las diferencias entre la derecha y la izquierda con ejemplos prácticos. "La buena gente, la gente normal" encarnada por niños, jóvenes, ancianos, todos vestidos de manera informal. Para reflejar quién es la derecha, aparecían José María Aznar, Mariano Rajoy y Rodrigo Rato.
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