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ELECCIONES 25M | La campaña del presidente

El PP fracasa en su reto de llenar el estadio de Mestalla para repetir el hito de 1996

El reto era llenar el campo de fútbol de Mestalla. La apuesta era alta, un órdago, pues el aforo supera las 50.000 personas y los 800 autocares fletados por los organizadores suman, llenos, 32.000 personas. Se hacía necesario, pues, convocar a otros 20.000 de la capital del Turia en un magnífico día de playa. Y ayer no sólo fue imposible exhibir un lleno total, sino que el aforo difícilmente llegaba a la media entrada. Aunque eso no se apreció en televisión, pues las imágenes se ofrecieron en formato de pool y la planta baja sí estaba llena.

El PP desbordó hasta los topes el estadio de Mestalla hace siete años en las vísperas de su primera victoria electoral. Tanto, que quedaron 15.000 personas fuera por falta de sitio. Eso ocurrió en 1996 y, desde entonces, el aforo del Mestalla se ha ampliado. Aquel lleno es, para el PP, y sobre todo en Valencia, un símbolo de su capacidad de movilización, de su implantación en esta ciudad y en la comunidad valenciana, donde gobierna con mayoría absoluta y confía en repetir ese resultado el 25 de mayo.

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Como rumor, se dijo que el líder del PP, José María Aznar, llegaría con tiempo sobrado y se daría una vuelta. No pudo hacerlo hasta el final, cuando, ya de noche, dio una vuelta al ruedo acompañado de los candidatos valencianos.

Por diseño, eso sí, no quedó. Dos inmensas banderas sobre el césped, una del PP y otra de la Comunidad Valenciana, flanqueaban un amplísimo estrado de diseño futurista. Una especie de aspa para que, desde el centro, Aznar arengase a sus partidarios. Pero en ese diseño, que apostaba por ser grandioso, los innumerables huecos en las gradas se veían mejor que en cualquier otro sitio algo más modesto. Se vieron menos cuando empezó a hablar Aznar, porque se hizo de noche.

El presidente, acompañado de su esposa, Ana Botella, llegó ya a las ocho de la tarde. Subió al estrado futurista, saludó al público que había estado desde dos horas antes ensayando la ola y dejó actuar a los teloneros: la alcaldesa y candidata, Rita Barberá; el candidato popular a la autonomía, Francisco Camps; y el ministro de Trabajo y hombre fuerte indiscutido del PP valenciano, Eduardo Zaplana.

Las cosas fueron mejor por la mañana en Almería. Allí, en una modesta plaza de toros, Aznar lanzó sus mensajes sin que el continente definiera indiscutiblemente el contenido. En Almería, bajo ese sol implacable que hace rentables los invernaderos, a nadie se le ocurría mirar al tendido para preguntarse, al verlo plagado de huecos, qué pretendía el PP valenciano cuando alquiló Mestalla.

Zaplana lo explicó después. Recordó que el 29 de febrero de 1996 fue aquel gran mitin de Mestalla. "Habíamos ganado las elecciones autonómicas y aspirábamos a ganar las generales". Eso ocurrió "cuatro días después", el 3 de marzo. Zaplana calificó la victoria como "una de las decisiones más inteligentes que ha hecho la sociedad española en muchos años".

Un dato. Juan Manuel Cabot, secretario de organización del PP valenciano, cifró en 52.000 asistentes sus previsiones de lleno. Pero, según empleados del estadio, ayer había unas 25.000 personas, media entrada. Para los organizadores del PP, se reunieron 30.000 personas.

Por la mañana, todo fue más fácil. Aznar felicitó al PSOE por su lema de precampaña: Otra forma de ser, otra forma de gobernar. Señaló que este eslogan describe a la perfección lo que es y lo que puede esperarse del partido que lidera José Luis Rodríguez Zapatero. Aznar se explayó: "Se puede ser honrado, y también hay otra forma de ser 'honrado', que es una forma que ya conocemos muy bien". Y remachó: "Hay otra forma de gobernar. En vez de producir 1.000 empleos diarios, se producen 3.000 parados todos los días. También esa forma de gobernar la conocemos muy bien". Enfrente, otra vez, situó al PP: "Nosotros, con la cabeza bien alta y las manos bien limpias, podemos ir a cualquier sitio de España a decir lo que hemos hecho".

La economía, los éxitos económicos, fueron de nuevo el leit motiv de la arenga de Aznar a sus partidarios. Por la mañana utilizó Almería como símil. "De Almería se han dicho muchas cosas: que era un desierto; que había quedado sólo para que vinieran aquí a hacer películas del oeste". Aznar les dijo a los almerienses que el crecimiento económico de su provincia ha demostrado la falsedad de esas suposiciones. "Y es lo mismo que nos decían a nosotros: no se puede bajar el paro, ni crear empleo, ni tener superávit en la Seguridad Social, ni que crezca más España".

Además, según Aznar, eso es falso. Para demostrarlo, recitó de nuevo las cifras de empleo y paro que había en 1996 y hay ahora: "Nos encontramos una España con el 26% de desempleo, hoy hay una con el 8,9% de paro".

Pese a que la desaceleración de la economía mundial aún no se ha cebado con España, Aznar pronosticó un nuevo ciclo de expansión: "Para España, para todos, se abre una nueva etapa larga de expansión económica y de cohesión social". Y concluyó: "Que no me vengan con milongas, ni con mandingas. La mejor política social es tener trabajo, empleo y oportunidades".

José María Aznar, junto a Eduardo Zaplana y Francisco Camps, ayer en el estadio de Mestalla, en Valencia.
José María Aznar, junto a Eduardo Zaplana y Francisco Camps, ayer en el estadio de Mestalla, en Valencia.JOSÉ JORDÁN

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