Madrid, capital de los atascos
Los candidatos a la alcaldía proponen terminar con la doble fila y la invasión del carril-bus para solucionar el tráfico
Madrid no puede resignarse al atasco. O, por lo menos, eso es lo que piensan los tres candidatos a la alcaldía para conseguir el voto. Encontrar una solución a este problema se ha convertido en los últimos años en la búsqueda de una quimera. "Tráfico lento con paradas intermitentes...", informa todos los días la radio en los informativos matinales y vespertinos. El paseo de la Castellana, atascado; el nudo sur, convertido en un embudo. En la Gran Vía los coches no avanzan y el carril-bus está ocupado. Los autobuses llegan con retraso a las paradas y los pasajeros murmullan. Un conductor, metido en un paso de cebra, pita: "Puuuuu". Otro, a cinco metros, le responde: "Maaaac". Y varios vehículos más se suman a la sinfonía de bocinas.
"Si se regulara la carga y descarga, iríamos todos más rápido", dice un taxista
Y así, día tras día, sin que ninguna de la infinidad de propuestas que han salido del Área de Movilidad Urbana haya liberado a Madrid del atasco permanente. En el municipio hay un parque de 1,6 millones de vehículos, según datos de la Dirección General de Tráfico; es decir, hay un coche por cada dos personas. El centro de la capital absorbe todos los días una media de 400.000 vehículos. Una situación ante la que el alcalde de Madrid, José María Álvarez del Manzano, ha intentado varias medidas drásticas (túneles, aparcamientos para residentes, parquímetros, grúas municipales...), pero los atascos no cesan.
"Si no es tan difícil, con que quiten la doble fila y regulen la carga y descarga iríamos todos más rápido", coinciden varios taxistas y conductores de autobús. Y es que todo el mundo que se eche a la calle con un coche puede ver sin problemas qué es lo que provoca los atascos:
la doble fila, la invasión de los carriles-bus, la lentitud del transporte público y el abuso del vehículo privado. Ahora llegan las elecciones y con ellas las propuestas de solución a un problema que los candidatos saben que, de resolverlo, les puede hacer muy populares.
Entre las promesas de los tres partidos (PP, PSOE e IU) no hay medidas espectaculares. Los tres principales candidatos a la alcaldía (Alberto Ruiz-Gallardón, Trinidad Jiménez e Inés Sabanés) coinciden en que la solución no consiste tanto en inventar algo nuevo como en hacer cumplir lo ya existente. Y los tres coinciden también en que, de momento, no se plantean implantar en la capital una medida tan drástica como la tomada recientemente en Londres: pagar un peaje por entrar al centro de la ciudad.
Sabanés, de IU, se mueve normalmente en autobús y taxi cuando no tiene que hacerlo en el coche oficial. Todos los días sufre el atasco que se forma en la avenida de La Albufera y en la avenida de la Ciudad de Barcelona. "Mi propuesta consiste en priorizar el transporte público y luchar contra la invasión del carril-bus y la doble fila", explica.
IU, además, quiere implantar en la capital un sistema de transporte público de capacidad intermedia: el tranvía. "Además, es primordial aumentar la flota de autobuses y de búhos (nocturnos)", añade la candidata.
El PP tiene un proyecto estrella para terminar con el atasco: enterrar parte de la M-30 y transformarla de una vía rápida a una de distribución del tráfico. Además, si Alberto Ruiz-Gallardón es elegido alcalde, soterrará los intercambiadores de Príncipe Pío y plaza de Castilla y construirá dos nuevos en Conde de Casal y en la plaza Elíptica. "Vamos a potenciar el transporte público y pretendemos que el cien por cien de los autobuses tengan el piso bajo", explica Ruiz-Gallardón en su programa. El alcaldable también tiene otra solución que ha causado polémica: sacar a la Policía Municipal de las tareas de regulación del tráfico y crear un cuerpo específico de trabajadores dedicados a esta misión.
La candidata socialista Trinidad Jiménez propone acciones específicas en todos los distritos, en especial en Centro. "Vamos a desarrollar un programa de aparcamiento para residentes y peatonalizar aquellas calles que permitan implantar tal medida", explica Jiménez.
La candidata, al igual que Ruiz-Gallardón, también pretende extender el sistema de aparcamientos por parquímetros más allá de la almendra central. Jiménez quiere devolver a los ciudadanos su protagonismo creando un Observatorio de la Movilidad y potenciando las prioridades del peatón con más cruces y pasos de cebra. "Vamos a revisar el tiempo de paso de los semáforos para evitar más atropellos", explica.
Para que la gente deje en casa el coche, los tres partidos proponen también mejorar la red de metro y ampliarla a los barrios donde aún no llega, como la Alameda de Osuna, La Elipa o Villaverde.
Si el próximo 25 de mayo es elegido alcalde y cumple lo que promete, logrará algo que ahora mismo parece imposible: dejar contentos a todos los afectados por el tráfico: los motoristas, los ciclistas, los ecologistas, los taxistas, los conductores de autobús, los peatones y los que tienen vehículo privado.
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