El Banco Mundial ve inevitable la reforma de las pensiones en la UE

Acometer reformas en el sistema de pensiones es, según el Banco Mundial, una tarea inevitable para los gobiernos europeos. El mayor desafío para los Estados de bienestar europeos es el envejecimiento de la población y, según un informe presentado ayer en Bruselas por expertos del Banco Mundial, es urgente afrontarlo para garantizar la cobertura social a los mayores y alerta que los cambios se están haciendo muy despacio.

Los anuncios de reformas de las pensiones en Francia, Alemania, Italia y Austria están generando importantes protestas sociales en Europa en un momento de evidente estancamiento económico. Todos estos países (como la mayoría de los países de la UE) gastan entre el 12% y el 15% de su producto interior bruto (PIB) en mantener las pensiones porque una persona de cada cuatro tiene ya más de 65 años. Los datos del Banco Mundial señalan que la media europea es del 26,7%, pero que en 2050 tal proporción se duplicará hasta el 53,4%.

Este acelerado envejecimiento de la población, unido a las nuevas estructuras familiares y al aumento de los empleos atípicos, entre otros fenómenos, requieren una respuesta rápida por parte de los poderes públicos, cree el Banco Mundial, para poder garantizar las pensiones de ese próximo futuro. "Las reformas que se están acometiendo en Europa reflejan una evidente necesidad", dijo ayer Robert Holzmann, uno de los autores del informe Reforma de las pensiones en Europa: proceso y progreso. Holzmann, director de la unidad de Protección Social del Banco Mundial, cree que los ciudadanos, además, necesitan una respuesta sobre por qué unos países hacen grandes reformas y otros no.

Diversificación de fuentes

Michal Rutkowski, otro de los autores de este informe, que teoriza fundamentalmente sobre los diferentes modelos nacionales, considera que para poder mantener el alto nivel de protección europeo es importante diversificar las fuentes financieras de la jubilación, como hacen ya Dinamarca, Reino Unido y Holanda. Es un modelo diferente a los de Francia, Alemania o España, donde la pensión pública es la base fundamental de lo que percibe la población jubilada y no un complemento mínimo al que añadir, por ejemplo, un seguro privado. Los expertos del Banco Mundial valoraron especialmente el modelo sueco, que ha introducido una gran flexibilidad incentivando la permanencia en el mercado laboral para retrasar la edad efectiva de jubilación y permitiendo una jubilación gradual, además de introducir un factor demográfico en la medida que aumenta la esperanza la vida. En la Comisión Europea, sin embargo, dudan de que el modelo sueco, cuya reforma no generó protestas, sea aplicable al 100% al resto de los países de la UE.

La solución de los sistemas de pensiones pasa también por la reforma del mercado laboral, según consideraron ayer los expertos del Banco Mundial, que también necesita adaptarse a los tiempos. Cada vez hay menos empleos a tiempo completo y más empleos a tiempo parcial, autoempleo o empleo temporal, dejando al margen de los sistemas de pensiones a millones de trabajadores.