Gore impugna los resultados que otorgan la victoria a Bush en Florida
Los estadounidenses fueron a las urnas hace exactamente
tres semanas, y no sólo desconocen aún el nombre de su
43º presidente, sino que asisten a una creciente batalla
política y legal cuya ferocidad aumenta cada día. El
vicepresidente de EE UU y candidato demócrata, Al Gore,
impugnó ayer ante un tribunal de Florida los resultados
electorales del Estado, que, en la madrugada del lunes,
dieron la victoria al candidato republicano, George W.
Bush, por una diferencia de 537 votos. "El principio es
que cada voto sea contado", dijo Gore en una declaración
pública realizada esta madrugada. El candidato demócrata
justificó la batalla en los tribunales al afirmar que
trata de defender "la integridad del sistema" y acusó a
los republicanos de haber bloqueado los recuentos en
Florida. En el pliego presentado ante un tribunal de
Tallahassee -capital de Florida-, los demócratas
argumentan que los resultados anunciados ayer por la
secretaria de Estado, Katherine Harris, son "falsos". En
el escrito se afirma que si se hubieran tenido en cuenta
los recuentos manuales del voto en los condados de
Miami-Dade, Palm Beach y Nassau, Gore habría ganado
1.025 votos, suficientes para conseguir la victoria.
Además, se reclaman 4.000 papeletas de Palm Beach en las
que había marcas reconocibles. El cómputo de esas
papeletas habría hecho ganar otros 800 votos a los
demócratas, según la demanda, que también recuerda otros
casos de votos injustamente anulados, en su opinión. Y
mientras el cansancio hace mella en la opinión pública,
que empieza a inclinarse hacia Bush, la batalla política
se intensifica. Los republicanos siguieron la señal dada
por Bush de ayer y asumieron la victoria electoral como
si fuera irrebatible. Pero la Administración demócrata
les negó el acceso a los locales y a los fondos
previstos -5,3 millones de dólares, 1.045 millones de
pesetas- para organizar la transición con el argumento
de que no ha habido aún proclamación oficial de la
presidencia.
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