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Francia exigirá cotizar más y durante más tiempo para mantener las pensiones

La jubilación sin penalizaciones requerirá 40 años de cuotas desde 2008 y 42 a partir de 2020

El Gobierno francés confirmó ayer su plan de reforma de las futuras pensiones, cuya clave consiste en trabajar más y durante más tiempo para tener derecho a una jubilación sin descuentos. Asimismo, pondrá en marcha incentivos para los que acepten seguir en activo hasta los 65 años, frente a la regla general, ahora habitual, de retirarse a los 60 e incluso antes. Las personas que se quieran jubilar con la pensión máxima y sin penalizaciones tendrán que reunir 40 años de cotizaciones desde 2008 y 42 años a partir de 2020. Todas las cotizaciones subirán entre un 2% y un 3%.

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Los funcionarios deberán cotizar durante 40 años (en vez de los 37,5 actuales) para equipararse con los trabajadores del sector privado en 2008, y el tiempo de cotización aumentará después lo mismo para todos: se requerirán 41 años desde 2012 y 42 a partir de 2020 para no tener penalizaciones. Los sindicatos han convocado paros y manifestaciones de protesta para el martes 13 de mayo.

El Gobierno estima que su reforma permitirá obtener unos 5.000 millones de euros destinados a financiar el sistema de pensiones hasta el año 2020, pero "falta encontrar los medios para financiar 10.000 millones más", puntualizó el ministro de Asuntos Sociales, François Fillon.

No es probable que esa cantidad salga de los planes de pensiones privadas, que seguirán siendo secundarios respecto al sistema público. No obstante, el Gobierno les abre ahora más hueco, bajo la forma de "ahorro salarial voluntario" en las empresas y de "pensiones por capitalización" vinculadas a mutualidades u otras asociaciones.

Los principales aspectos del plan gubernamental son los siguientes:

- Edad de jubilación. Se mantiene el derecho teórico de jubilarse a los 60 años de edad, pero está condicionado a haber cotizado durante más tiempo. Los empresarios no podrán exigir la jubilación del trabajador antes de que éste cumpla los 65 años, si bien subsiste la posibilidad de prejubilarles con determinadas penalizaciones. Para evitar que abandonen el mercado laboral los trabajadores mayores de 55 años, como ocurre ahora, se aplicará una prima del 3% en la pensión por cada año trabajado entre los 60 y los 65 de edad.

- Periodo de cotización. Los funcionarios pasarán de cotizar a lo largo de 37,5 años a 40 en 2008, como ya lo hace el sector privado. A partir de ese año se prevén -para todos- 41 años cotizados a partir de 2012, y 42 desde 2020. Por cada ejercicio de cotización que le falte, el trabajador verá reducida su pensión en un 6%. Los que se jubilen a partir de los 65 años de edad podrán hacerlo sin descuentos, cualquiera que sea el tiempo cotizado.

- Cálculo de la pensión. El Ejecutivo no ha clarificado cuáles son los niveles de pensión que pueden alcanzarse: sólo precisa que la jubilación más baja equivaldrá al 75% del salario mínimo (5% menos que ahora), retribución situada en unos 1.000 euros mensuales. Ciertos servicios que exigen mayor actividad (los policías, por ejemplo) podrán jubilarse antes y sin penalización.

- 'Compra' de cotizaciones. Se amplía a doce trimestres el tiempo de cotización que los trabajadores pueden comprar para completar las aportaciones a la Seguridad Social de forma que les dé derecho a una jubilación sin descuentos. Esta medida interesa a los que comienzan a cotizar tarde por razón de estudios.

- Ayuda familiar. Las mujeres que se hayan ocupado de tres hijos mantendrán el derecho de obtener una pensión con sólo 15 años de cotización. Se extienden a los hombres ciertas bonificaciones de pensión concedidas hasta ahora a las mujeres atienden a los hijos.

Estas medidas forman parte del anteproyecto comunicado ayer por el ministro de Asuntos Sociales, François Fillon, al Consejo de Ministros. Los portavoces del Ejecutivo admiten que el proyecto definitivo podría ser "ajustado", pero "no alterado en su arquitectura", en función de la movilización social que preparan los sindicatos con el apoyo de los partidos de la oposición.

A diferencia del Gobierno de Alain Juppé, que sufrió un enorme desgaste al intentar imponer el recorte de pensiones a mediados de los noventa, el Ejecutivo de Jean-Pierre Raffarin multiplica los intentos pedagógicos y de explicación. Todos los diarios publicaron ayer un texto suyo que defiende la reforma porque "en 1960, cuatro [trabajadores] activos financiaban la pensión de un jubilado; en 2000 no eran más que dos y en 2020 habrá un activo por cada jubilado". El presidente de la República, Jacques Chirac, salió ayer públicamente como "garante" del actual sistema público de reparto que rige las pensiones en Francia.

Pero los sindicatos insisten en que a ellos no les salen las cuentas. Insisten en librar "la prueba de fuerza" con el Gobierno, porque si no "habrá consecuencias sociales desastrosas", en palabras de Bernard Thibault, líder de la CGT, que es la central sindical más importante. Fuerza Obrera cita a los trabajadores "en la calle" y los sindicatos de funcionarios, en especial, consideran que el texto actual del Ejecutivo es innegociable y llaman a prolongar la movilización más allá del próximo día 13 de mayo.

En coincidencia con la difusión del plan de reforma de las pensiones, el ministro de Economía, Francis Mer, aseguró que su país se compromete a contener el déficit público "por debajo del 3% [del producto interior bruto]" el año próximo.

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