Fuerza bajo control
La nueva CBR 900 RR sigue fiel al espíritu del primer modelo de 1992: poderío controlado
ALTAS PRESTACIONES y un pilotaje agradable para disfrutar. El lema de la primera CBR 900 RR, de 1992, se ha mantenido en todas las evoluciones que han llegado en estos 11 años, y se refleja también en la personalidad de la última CBR RR. Y es que Honda inventó con este modelo una nueva categoría que se ha definido como "fuerza libre RR": las dimensiones y peso de una seiscientos con motores y potencias de motos más grandes.
La nueva CBR 900 RR cuesta 13.999 euros, y, tras la profunda evolución que supuso el modelo anterior, sólo aporta mejoras de detalle. Los cambios más importantes afectan a la estética, que parece inspirada en los videojuegos. Sigue siendo una moto pequeña, estrecha y estilizada. Pero delante lleva un llamativo faro triple en forma de V, y atrás, aparte de su aspecto afilado, incluye un piloto posterior inconfundible formado por un conjunto que acentúa su estilo futurista. La imagen se completa con unos trazos rectos y afilados que potencian su vanguardismo.
- MEJORAS MECÁNICAS
La nueva RR mantiene el motor cuatro cilindros refrigerado por agua de las anteriores. Pero el diámetro de los cilindros ha aumentado un milímetro, para llegar a 954cc, e incluye muchas piezas aligeradas: cigüeñal, pistones, bielas... Todo esto, junto a una nueva inyección, aporta un motor de 152 CV mucho más ligero. Y ofrece una respuesta sólida a bajo régimen, muy contundente en la zona media y con una buena estirada hasta el límite máximo.
El chasis de aluminio y otras piezas (llantas, basculante, frenos, instrumentación...) se han diseñado buscando la máxima eficacia y la reducción del peso. Las suspensiones incluyen nuevos reglajes, tanto en la horquilla como en el monoamortiguador trasero: ahora se regula también en altura. Y los generosos discos de freno completan un conjunto casi perfecto.
- RÁPIDA Y SIN SORPRESAS
Pilotar 152 CV en una moto que pesa 168 kilos exige experiencia. Pero con el perfecto funcionamiento y sincronización de todos sus elementos, la nueva RR es la más amable de su clase. No conviene olvidar que corre muchísimo (276 km/h.), pero también frena y se sujeta de maravilla. Cuando se pilota, aparte de confirmar su lema, "potencia controlable", se disfruta mucho. La CBR RR concede al piloto esa gratificante sensación de tener dominada siempre la situación, tanto en trazados sinuosos como cuando se exprime a fondo.
Hay motos más rápidas, potentes y radicales en esta categoría, pero ninguna tan completa. Y así lo premia el mercado. A pesar de las virtudes de sus rivales, la CBR ejerce un dominio indiscutible: se vende casi el doble que la siguiente y más del triple que la tercera.
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