Una medalla para Los del Río

Tenía Rafael Ruiz Perdigones 11 años cuando trabajaba en una cafetería de Dos Hermanas y un día se le cayó en la escalera del Ayuntamiento una bandeja con una docena de cafés. "Me harté de llorar", recuerda. Entonces, ni a él ni a Antonio Romero Monge, los dos componentes de Los del Río, se les podía pasar por la imaginación que un día una canción suya, Macarena, les haría famosos en todo el mundo y menos aún que el Gobierno les otorgaría la Medalla de Oro al Trabajo por sus 40 años de carrera. El Consejo de Ministros aprobó ayer, a propuesta del ministro Eduardo Zaplana, la concesión de esta distinción -el mayor reconocimiento del Gobierno a una trayectoria profesional- a los dos artistas sevillanos.

"Anonadado, sin respiración artificial". Con estas palabras comentaba ayer Rafael Ruiz cómo se encontraba después de recibir la noticia. "¡Qué alegría más grande!, ¿cómo se va a esperar que nos dieran esa medalla a unos tíos tan catetos como nosotros?", se reía. "Hay gente que dice que nos lo merecemos, pero hay muchos que se lo merecen, ¿no? Es muy fuerte, todavía no nos lo creemos", decía emocionado. Pero trabajar, sí que reconocen que lo han hecho, y duro. "Hemos trabajado no mucho, sino muchísimo. Desde los ocho años. Se nos fueron nuestros padres y teníamos que ganar dinero para nuestras madres, para la familia. Éramos buenos chicos", relata Rafael. Y puso manos a la obra en el campo, recogiendo algodón, en una heladería o en una cafetería. "Recuerdo que llevaba helados a la plaza de abastos, al Arenal, y por la noche, al cine".

Han pasado más de 40 años desde que Los del Río, que comenzaron a trabajar juntos en 1962, actuaban en las casetas de la Feria de Abril, "cuando no había ni micrófonos, sólo palmas y micrófonos". Se marcharon a Madrid a hacer la ruta de los tablaos flamencos y malabarismos con los escasos ingresos para enviar ayuda a sus familias. "Vístete, come y manda unos pocos de miles de pesetas a casa. Tuvimos que estirarnos mucho", añade el cantante, convencido de que para hacer algo bueno por los demás es preciso procurarse también el bien propio: "Si eres bueno para ti, no tienes más remedio que ser bueno para los demás".

La primera grabación del grupo fue Claveles pa tu pelo, en 1966. Y la última, que hace el número 34 en su discografía, es Río de sevillanas (Horus), una recopilación de lo mejor del género con la que han querido celebrar sus 40 años dedicados a la música. Ya populares con Sevilla tiene un color especial, editado en 1991, fue la grabación de Macarena, dos años después, la que puso a bailar al mundo y dio un vuelco radical a su carrera.

Los del Río no están dispuestos a dormirse en los laureles. Ni el éxito de ventas ni los reconocimientos van a frenar sus ganas de continuar. "Vamos a seguir trabajando, que es lo nuestro. Si hubiéramos tirado la toalla después del éxito de Sevilla tiene un color especial, no hubiera salido Macarena", reflexiona. El dúo sevillano prepara ya otro disco con otros artistas: Rocío Jurado, Julio Iglesias, Lolita, Azúcar Moreno y Miguel Ríos. "Será un homenaje a ellos, recordando sus canciones, que hemos cantado todos. Y las nuestras", adelanta. Los dos están "increíblemente" satisfechos con su destino. Por eso, Rafael apostilla: "Dios quiera que no vayamos a ser castigados".