Irán gana influencia en la política de Irak
Los medios de Teherán dirigen sus emisiones al país vecino, y los clérigos vuelven del exilio
En tiempos de Sadam Husein, tener un retrato del ayatolá Jomeini podía suponer varios años de cárcel o, durante los años de la guerra con Irán, la condena a muerte por traición. Ahora es una imagen normal en muchas celebraciones religiosas, como las masivas peregrinaciones de la semana pasada a Kerbala y la de ayer a Nayaf. No es el único símbolo de que Irán está ganando peso en el interior de la política iraquí.
En Nayaf, los representantes oficiales eluden las comparaciones con Irán. "La relación con Irán es puramente islámica, no tiene nada que ver con el Gobierno", asegura Hasan Isa al Haquin, rector de la Universidad islámica de Kufa, situada a 10 kilómetros de Nayaf y en la que Jomeini terminó sus estudios de teología. Para el rector, primo del líder chií iraquí, Mohamed Baqer al Hakim, "el islam es el islam, independientemente de lo que sea el Gobierno. ¿Pero existe influencia de Irán? "Existe influencia del islam, que es lo único que importa", responde.
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