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Alonso desata la locura en Montmeló

El asturiano dice que no siente la presión y que no piensa en el podio

"¿Presión?", responde Fernando Alonso, 21 años, cuando se le pregunta sobre la expectación que ha despertado en el Gran Premio de España de fórmula 1, que se disputará el domingo en Montmeló; "pues yo no siento ninguna". Está ahí, frente a una sala de prensa abarrotada de periodistas; en el día de puertas abiertas, su nombre suena en todos los rincones del circuito; 22.000 aficionados acudieron ayer al recinto, 2.000 de ellos asturianos, desplazados por la Peña Fernando Alonso para darle su apoyo. Pero él permanece inmutable. "Bueno", se explica; "tal vez fuera de la pista soy algo raro. Ya sé que hay mucha expectación en torno a mí, pero no la veo. Vivo al margen de todo eso. Pero dentro de la pista no soy de hielo, ni frío. Soy un piloto agresivo en los adelantamientos y con fogosidad".

Su nivel de abstracción llega a tal extremo, que ayer estuvo comiendo con su familia -desplazada por primera vez a un gran premio- y aseguró que ya no volverá a verla hasta que concluya la carrera. Es su forma de vivir la competición, su manera de alejarse del mundanal ruido para volcarse por completo en lo importante: las carreras.

Su vida cambió de forma espectacular cuando al principio de esta temporada Flavio Briatore, responsable de la escudería Renault le dio uno de sus dos volantes en el Mundial de F-1. "Su inclusión respondió sólo a criterios profesionales, no sentimentales", afirmó ayer Briatore, el hombre que descubrió a Michael Schumacher y que desde 1999 viene apostando por Alonso. "Para mí no es una sorpresa todo lo que ha hecho". Los resultados han sido el mejor aval tanto para el jefe de Renault como para el propio Alonso. El asturiano fue séptimo en Australia, tercero en Malaisia -donde hizo la pole position- y en Brasil -donde no pudo subir al podio tras un accidente-, y en San Marino volvió a puntuar, aunque acabó sexto.

Ahora llega a Montmeló siendo cuarto en la clasificación del Mundial, con 17 puntos, sólo a uno de Michael Schumacher, tercero, y a 15 de Kimi Raikkonen, el líder. "El objetivo", asegura Alonso, "siempre es puntuar. Soy de los pocos que lo han logrado en las cuatro primeras carreras. Y sería una satisfacción hacerlo aquí de nuevo. Pero en Montmeló subir al podio sería un sueño. No pienso en ello". Los casi 100.000 espectadores que se esperan el domingo, sí.

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