Carrillo arrasa en la Fira del Llibre con su obra 'La memoria en retazos'
Solves reclama una aproximación a la cuestión nacional más académica y menos apasionada
Sólo cuando se agotaron todos los ejemplares de La memoria en retazos (Plaza y Janés) en la Fira del Llibre de València, Santiago Carrillo pudo descansar ayer. No paró de firmar y atender a la gente que se le acercaba para recordarle tiempos pasados, saludarle simplemente o agradecerle sus intervenciones en el programa de La Ventana, de la SER. "No sé si firmar como ex secretario del PCE o como participante de la tertulia de Gemma Nierga", comentó con sorna.
Carrillo se ha convertido en un fenómeno mediático a juzgar por la gran acogida que tuvo ayer por parte del público que asistió el 1 de Mayo a la Fira. En tres cuartos de hora dedicó 85 ejemplares con su parsimonia característica durante su estancia en la caseta de La Casa del Llibre. Ya en la caseta de organización, las colas sólo remitieron por falta de ejemplares del libro donde reúne recuerdos de su vida desde 1982 hasta la actualidad. Sólo entonces pudo fumarse un cigarrillo
Algunos lectores, antiguos camaradas del PCE, no podían contener su emoción al saludarle. Uno, en particular, comentó nervioso cómo le hubiera gustado a su padre, ya fallecido, estrecharle la mano. Otros rememoraban algún pasaje de la transición. Pero era mayoritario el público de mediana edad que aludía a su participación de los lunes en la tertulia de La ventana, junto con Miguel Herrero de Miñón. "Quizá no proliferan los políticos que hablan como personas educadas, argumentando sus opiniones", comentó Carrillo, acompañado por su mujer.
El ex dirigente del PCE cree que se ha dado por muerto "prematuramente" al comunismo y "poco a poco está volviendo a salir de esa tumba". "Es un espíritu nuevo, que ha superado cosas anteriores y que responde a la necesidad de hacer una sociedad menos injusta", agregó. Respecto a la numerosa presencia de banderas republicanas en la manifestación del 1 de Mayo, Carrillo señaló que es una señal de que "el Gobierno no escucha al pueblo y esas banderas son una exigencia de respuesta a la soberanía popular".
Durante la jornada festiva de ayer de la Fira del Llibre, una de las más concurridas del certamen, se presentó también el libro El pensament nacionalista valencià (Editorial Denes), de Josep Solves. Galardonada con el Premi Francesc Ferrer Pastor 2002, la obra reúne y revisa la "repercusió bibliogràfica" de la cuestión nacional en el País Valenciano, desde 1962 hasta la actualidad, sin olvidar la Renaixença. Con el contexto de las teorías europeas, el autor de Sueca hace una compilación de las "propuestas doctrinales, sin entrar a discutir si tuvieron éxito social o no".
"Aportaciones muy ricas"
Destaca la proliferación de los ensayos introspectivos, sin apenas notas al pie de página, que permiten una gran libertad de expresión a los autores. "Son aportaciones muy ricas, pero quizá faltan planteamientos más académicos, menos apasionados y menos comprometidos", apunta Solves, para quien la "rareza" del nacionalismo valenciano no es tanta, puesto que es similar a otras sociedades europeas. "Joan Fuster es imprescindible. Es el primero que hace una crónica de la filosofía de la historia en esta materia. Sus tesis pancatalanistas se han superado porque se ha demostrado que la sociedad en general no lo siente así, pero sus aportaciones son fundamentales", explica.
También en la Fira del Llibre de Castelló se suceden las presentaciones. La Universitat Jaume I, por ejemplo, presenta hoy tres obras de la colección Estudis Filològics sobre diferentes cuestiones.
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