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Reportaje:

Aires de libertad

Cerca de 200 parapentistas participan en la prueba del campeonato de España que se celebra en Sierra Mágina

Oír el viento a 2.000 metros de altura. Sentir en la piel el contacto con el aire frío. Observar a los pies un paisaje que se hace infinito, junto a la posibilidad de tener como compañero de viaje a un águila. Estas son algunas de las experiencias a las que los más de 200 parapentistas, que participan desde ayer en la segunda prueba puntuable para el campeonato de España, en Pegalajar (Jaén), están más que acostumbrados.

Pilotos profesionales y aficionados venidos de todos los rincones de la geografía española, e incluso algunos desde Andorra e Italia, permanecerán hasta el domingo volando sobre la provincia jiennense y teniendo como base de operaciones el paraje de las Siete Pilillas, situado en pleno parque natural de Sierra Mágina.

La concentración, organizada por el club de parapente Jabalcuz de Jaén y la Asociación para el Desarrollo Rural de Sierra Mágina, se enmarca dentro de las guías de rutas saludables, de bicicleta y senderismo, creadas en este espacio protegido y que buscan compaginar la práctica de los deportes de naturaleza con el disfrute y la promoción de la diversidad paisajista de Mágina y sus pueblos.

Hasta el domingo, los pilotos podrán llegar a recorrer distancias superiores a los 200 kilómetros en un solo despegue debido a que algunas de las balizas que deberán sobrevolar se han situado en el límite con la provincia de Albacete. En cada vuelo, los pilotos deberán sobrevolar las balizas fijadas por los jueces y "que serán comprobados a través del sistema electrónico de situación geográfica, GPS, que cada parapentista lleva consigo", explicó Antonio Romero, presidente del club Jabalcuz.

En cuanto a la preparación de los pilotos, en este deporte considerado de riesgo "juega un papel más importante la habilidad del deportista y sus conocimientos de meteorología, que la propia preparación física", subrayó el granadino Ramón Morillo, campeón del mundo de paramotor (una modalidad de vuelo con parapente que incorpora un motor y una pequeña hélice). "Es imprescindible interpretar bien las condiciones de la atmósfera y saber extraer la información que aportan las nubes, el humo o las aves que se divisa mientras se vuela", comentó el campeón granadino.

Encontrar una corriente térmica de aire que eleve a los parapentes y que permita maniobrar a sus pilotos es el punto de partida de un buen vuelo "que te hace sentir como un pájaro", describió Francisco Javier Renedo, miembro del equipo nacional de parapente y segundo en la clasificación nacional.

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Pero si en algo coinciden los amantes del parapente es que cada vuelo ofrece una sensación de libertad que no se puede explicar, sino sólo experimentar. Una libertad que se puede sentir en tierras andaluzas, al mostrar los deportistas su coincidencias en describir Andalucía como "uno de los lugares ideales" para practicar este deporte que requiere buen tiempo y una geografía montañosa.

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