UGT y CC OO acusan a los nacionalistas de "excluyentes"

El Primero de Mayo se presenta un año más dividido y conflictivo en Euskadi. Los máximos dirigentes vascos de CC OO y UGT presentaron ayer su manifiesto conjunto y criticaron la unidad de acción de las centrales nacionalistas ELA y LAB, cuya actuación obedece, a su entender, más a criterios políticos que sindicales y tienen un claro carácter "excluyente" con el resto de los sindicatos.

El manifiesto de CC OO y UGT plantea como puntos primordiales una mayor protección social y más empleo, además del no a la guerra. Sus secretarios generales en Euskadi, Josu Onaindi (Comisiones) y Dámaso Casado (UGT), presentaron unas reivindicaciones similares a las de otros años porque los problemas siguen siendo los mismos.

Para Onaindi, la reeditada unidad de los sindicatos nacionalistas "tiene más que ver con coyunturas y alternativas políticas que con alternativas de carácter sindical" y supone "actitudes excluyentes" para con el resto de los sindicatos.

En la misma línea se manifestó Casado, para quien la autodeterminación no entra en las prioridades de los trabajadores. "Da la impresión de que van más en una clave soberanista, independentista, que en una clave de resolver los problemas de los trabajadores. Y da la impresión también de que van en una clave excluyente del resto", agregó.

Por la autodeterminación

Las críticas de las dos centrales llegan después de que ELA y LAB presentaran la semana pasada su 1 de Mayo en unidad de acción, el primero después de tres años de ruptura, con la autodeterminación como uno de sus puntos claves. La anterior unidad de acción se remonta a 1994 y tuvo su máximo exponente en el acuerdo de Lizarra de septiembre de 1998, previo a la tregua de ETA. En 2001, las dos centrales rompieron su unidad de acción por criterios políticos y de negociación colectiva. En febrero pasado, un pacto de negociación colectiva fue el primer paso de su nueva política de acercamiento.

Tanto Comisiones Obreras como UGT reclamaron además al Gobierno vasco que "asuma sus responsabilidades" y ponga en marcha una mesa de diálogo social real y abierta a todas las organizaciones empresariales y sindicatos. Así, le solicitaron que deje de hacer "seguidismo" de ELA.