La patronal de autobuses da por "agotada" la negociación tras mes y medio de paro

La patronal de los autobuses privados de Vizcaya, que hoy cumplen 43 días de huelga, hizo ayer público su pronunciamiento más duro desde el inicio del paro. Los empresarios consideran que la negociación, tras fracasar cuatro reuniones con los sindicatos, está ya "totalmente agotada" y anunciaron que sólo subirán los sueldos si las administraciones les aumentan las tarifas. "Subiremos lo mismo que nos suban".

La patronal, que rechaza además reducciones de jornada, retira de esta forma el incremento de casi un 8% que ofreció hace dos semanas, cuando la huelga estuvo a punto de resolverse tras un principio de acuerdo entre patronal y sindicatos que rechazaron los trabajadores en asamblea. Tampoco la oferta del pasado viernes del Gobierno, que por vez primera intervenía activamente en el conflicto, fue aceptada por los chóferes.

Estos fracasos han llevado a los empresarios, que mantuvieron una reunión en la mañana de ayer, a censurar duramente a las centrales por su "doble rasero", al aceptar en las reuniones con el Gobierno preacuerdos que luego, según la patronal, han presentado negativamente a los trabajadores para que sean desestimados. "Si algo no se aprueba en la asamblea es porque los sindicatos no quieren que salga. Ellos tienen los mecanismos suficientes para convencer a los trabajadores si algo les parece bien", dijo el portavoz empresarial, Jesús Orbea.

La vuelta de la actividad escolar, uno de los grandes perjudicados del paro con 38.000 niños sin autobús y una cifra similar de padres con el trastorno de llevarles a clase en coche, complicó ayer la situación. Pese al dispositivo establecido por la Ertzaintza hubo retenciones de tráfico en los accesos a los colegios de Loiu, Leioa y Derio.

Los empresarios, que desde el principio del paro han reclamado la intervención del Gobierno por medio de un arbitraje obligatorio, volvieron a exigirle un "mayor compromiso" al tratarse de un sector "estratégico" y de "repercusión social tan importante". Al Departamento de Empleo, que ha propiciado las cuatro reuniones entre ambas partes y al que agradecieron su "dedicación e interés", le solicitaron la imposición del laudo y que explique "las verdaderas razones por las que los acuerdos entre los negociadores no han sido admitidos por las asambleas de trabajadores". A su juicio, no hay ninguna duda sobre la "imposibilidad material" de cerrar acuerdos con "organizaciones sindicales, más preocupadas de las luchas intersindicales" y cuyo objetivo es "captar la mayor representación posible".

La patronal pidió el pronunciamiento del Departamento de Transportes, que hasta ahora no ha dicho ni una palabra sobre el conflicto, para que explique el funcionamiento del sector, las tarifas que autorizarían "y quien será finalmente el pagador de estos incrementos". Esta petición la extienden también a la consejería de Educación en el caso del transporte escolar.

Más detenciones

Los empresarios también reprochan a Interior su actitud y le piden "una postura mucho más activa" en la detención de quienes no sólo han "causado daños" a las empresas, sino que han "puesto en peligro vidas humanas". Ayer mismo, la patronal aseguró que desde el domingo se han registrado otros cuatro nuevos ataques: tres a la empresa Juantxu y uno a Continental. La primera sufrió la rotura de tres lunas en sus autocares en Aparcabisa, en Barakaldo. A la segunda le destrozaron otra luna en la A-68. Con ellos los ataques superan los 210 desde el inicio de la huelga.

El portavoz empresarial, Jesús Orbea, sostuvo que la situación está "francamente mal" y se preguntó cómo "se desatasca ahora este tema".

Los trabajadores replicaron que la nueva postura empresarial supone un "cambio de estrategia para intentar engañar". "Las tarifas de las [líneas] regulares las han subido hace poco", indicó el portavoz de UGT, Pedro Angulo, quien rechazó las argumentaciones sobre el fin de la negociación, porque "hasta ahora no han negociado".

Angulo coincidió en que la situación, tras casi mes y medio de paro, es muy complicada, aunque atribuyó la parálisis del conflicto a que "desde el primer momento buscaban el laudo. Pero esto es un parche a una herida, que en vez de ponerle tratamiento le ponen estiércol para que se gangrene y haya que amputar". El representante de UGT opinó que la puesta en marcha de un arbitraje obligatorio conllevará que el sector de los autobuses privados "esté en continua pelea".

Los problemas de tráfico, con el reinicio de la actividad escolar, volvieron ayer a las principales carreteras de Vizcaya, especialmente en los accesos a los mayores colegios, con retenciones en Leioa, Derio o Loiu por la masiva afluencia de padres en sus vehículos privados para llevar a sus hijos a clase. Durante la mañana hubo importantes aglomeraciones. La Ertzaintza señaló que, por la tarde, a la salida de clase la situación se normalizó. La policía vasca estableció un dispositivo especial en varias carreteras para mitigar los problemas de tráfico.

Mientras esta huelga se alarga, ayer se inició otro paro, aunque parcial, en los autobuses urbanos e interurbanos vizcaínos. La práctica totalidad de los trabajadores de TCSA, la mayor operadora en el territorio, al encargarse del transporte en Bilbao (Bilbobus) y de las líneas más importantes de Vizcaya (Bizkaibus), secundaron el paro de cuatro horas -de 7.30 a 9.30 y de 18.00 a 20.00-, lo que contribuyó a complicar la circulación. Hubo servicios mínimos del 20%. Estos paros proseguirán hoy.

Este conflicto se debe también a la negociación del convenio, sobre el que se han celebrado 13 reuniones sin acuerdo, según las centrales. Patronal y trabajadores se reunirán hoy en una cita clave. Del 12 al 30 de mayo están convocados paros de 24 horas los lunes y viernes, lo que afectaría a más de 100.000 personas.