Un europeo en Boston
Hans-Paul Bürkner, 51 años, casado y con dos hijos, es un buen aficionado al deporte. Le gusta, sobre todo, el fútbol y el bádminton y, de vez en cuando, juega también a las cartas. Y si en la mesa de juego o en la cancha sigue la misma actitud que en la oficina, no sólo será un compañero o contrincante afable y pragmático, sino también un buen estratega involucrado en el liderazgo, a juzgar por lo que dicen los que le conocen.
Bürkner, que ha desarrollado una larga experiencia profesional en The Boston Consulting Group (BCG), donde ingresó en 1981, asumirá a partir del primero de enero del año que viene la presidencia ejecutiva de la firma, un pequeño gigante que cuenta ya con más de 2.600 consultores en 58 oficinas alrededor del mundo y que factura 1.000 millones de dólares al año. Accede al cargo por mayoría, después de que hace unas semanas los 355 socios directores y propietarios de la firma emitieran su voto electrónico.
Bürkner, el primer europeo que presidirá la compañía, desempeñará el cargo durante tres años, en los que piensa acometer dos objetivos: expandir las relaciones que la empresa tiene con clientes multinacionales y reforzar el espíritu de equipo dentro de la empresa. A ello le ayudará su capacidad de comunicación personal y su afabilidad, lejana, sin embargo, a cualquier fantasía. El nuevo presidente tiene "los pies en la tierra", dicen sus colaboradores. Quizás por eso mantiene la teoría de que el trabajo no está del todo hecho si no se ayuda a los clientes a desarrollar la estrategia operativa que se haya diseñado. "Debemos ganarnos día a día la fidelidad de nuestros clientes, especialmente en tiempos difíciles", ha dicho. "Eso significa ayudarles a lograr realmente sus objetivos estratégicos, que van más allá de las mejoras operativas. Y no será posible si no actuamos como un auténtico equipo internacional". Su decisión de trabajar en dos oficinas, la de la sede central en Nueva York y la de Francfort, donde mantendrá la casa familiar, fomentará esa idea de internacionalidad sin barreras geográficas.
Bürkner lleva al nuevo cargo como uno de sus mayores logros el desarrollo de BCG en el sector de los servicios financieros, que suponen ya la cuarta parte de la facturación de la consultora a nivel mundial. Lleva también la "paciencia" que derrocha en sus relaciones con los clientes, y "un estilo personal de liderazgo directo", cualidades que han sido resaltadas por Carl W. Stern, a quien Bürkner sucede en el mando.
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