La huelga de autobuses sigue al rechazar los chóferes la oferta del Gobierno

La intervención activa del Gobierno tampoco ha servido para solucionar la huelga de autobuses privadas en Vizcaya, que llega hoy a los 40 días ininterrumpidos. La asamblea de trabajadores, con el respaldo del 80%, rechazó ayer la oferta planteada por la consejería de Empleo, que pretendía solventar el conflicto antes de la vuelta vacacional de este fin de semana y el reinicio de la actividad escolar el lunes. La postura de los chóferes decepcionó sobremanera a la patronal, que había calificado de "última oportunidad" la mediación activa del Ejecutivo y se encuentra muy molesta ante la postura de la Administración de no implicarse en la resolución del conflicto.

Como había anunciado, el Departamento de Empleo se reunió en la mañana de ayer por separado con la patronal y sindicatos. Tras los encuentros, rebajó la oferta económica que había realizado el miércoles (convenio de dos años con subidas de 84 euros mensuales en el primer ejercicio y 72 en el segundo) después de su rechazo por los empresarios.La nueva propuesta fue presentada a los sindicatos y, tras un breve encuentro conjunto entre ambas partes, los portavoces sindicales se comprometieron a someterla a primera hora de la tarde a la asamblea de chóferes.

Como sucedió hace dos semanas, la asamblea rechazó mayoritariamente este planteamiento: el 80% de los más de 250 presentes la desestimó y acordó proseguir el paro. "Está lejos de lo que queríamos y encima el Gobierno ha rebajado la propuesta que nos presentó ayer ", indicó el portavoz de UGT, Pedro Angulo.

La patronal, que era moderadamente optimista tras las reuniones de la mañana, acogió con gran decepción el rechazo de los trabajadores. "Esta huelga se puede prolongar ahora muchos días más", dijo el portavoz Jesús Orbea.

Los empresarios se reunieron durante la tarde para valorar la situación, ya que la vuelta de la actividad escolar el lunes les supone la continuación de las pérdidas económicas, tras no haber podido beneficiarse del intenso trabajo durante las vacaciones de Semana Santa.

El paro se inició el pasado 18 de marzo por la falta de acuerdo entre patronal y sindicatos sobre el convenio del sector. Desde entonces la huelga es total en el transporte escolar -afecta a 38.000 niños que acuden a diario a sus clases en autobuses-, de fábricas y las excursiones. Únicamente hay servicios mínimos, del 20%, en las líneas regulares de Bilbao con otras capitales y algunos municipios vizcaínos. Los únicos trayectos regulares que funcionan con normalidad son el de la línea a San Sebastián, que tiene un convenio propio, y las empresas que cubren el servicio público Bizkaibus y Bilbobus.

Pero el conflicto se extenderá, aunque con menor intensidad, a estos dos últimos transportes desde el lunes. La principal compañía, TCSA, que opera en el área metropolitana, sufrirá huelgas de cuatro horas el lunes y martes: entre las 7.30 y las 9.30 y entre las 16 y las 18. El Ayuntamiento de Bilbao anunció ayer los servicios mínimos, que según el decreto del Gobierno supone el 20% de los trayectos habituales.