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Reportaje:

El 'catenaccio' se defiende

Italia alaba la "ferocidad" de sus clubes y critica el desprecio español a su fútbol

"Hazaña", "proeza", "empresa grandiosa", "obra maestra". Los medios de comunicación italianos no ahorraban ayer elogios épicos a los tres equipos nacionales que han logrado clasificarse para las semifinales de la Champions. Inter, Juventus y Milan han sellado una epopeya en el fútbol italiano después de temporadas agónicas. Los tifosi saborean incrédulos la que será ya, por fuerza, una final parcial o totalmente italiana. Se trata de una empresa sin precedentes en Italia, sólo lograda en Europa por el fútbol español, que en el curso 1999-2000 metió en semifinales al Madrid, al Valencia y al Barcelona.

Pero en medio de la euforia de cronistas, jugadores, entrenadores y aficionados, se abría paso ayer la irritación por las críticas lanzadas contra el calcio por la prensa española. Los grandes diarios deportivos y de información general insistían en que con o sin catenaccio, la tripleta de clubes en esta semifinal europea habla por sí sola del éxito del fútbol nacional. Es el "regreso de la supremacía del calcio" después de una larga y sombría temporada de derrotas, subrayaban algunos cronistas no precisamente molestos con las victorias agónicas que han protagonizado las tres escuadras italianas. No hay que olvidar que Italia conquistó la última Copa de Europa en 1996 (la Juventus), y la nostalgia generada por ese trofeo es grande. Máxime en un país donde el fútbol es una religión, en la frontera del fanatismo.

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Al calcio se dedican largos programas de análisis y debate en radio y televisión y toneladas de papel. Y se le toma muy en serio. Por eso, a la hinchada italiana y a los expertos se les han atravesado las críticas, "despreciativas", según el columnista de Il Corriere della Sera Giorgio Tosatti, que ha recibido el fútbol italiano, especialmente tras los últimos encuentros en Mestalla y el Camp Nou. "No creo que sea un delito tener grandes porteros, como Toldo y Buffon", argumentaba el columnista, reconociendo que una derrota como la sufrida por el Barça en el Camp Nou es difícil de asimilar. Dicho todo esto, Tosatti va más lejos en su defensa del fútbol a la "italiana", acusado una y mil veces de excesivamente defensivo, desprovisto de belleza e interés por los colegas ibéricos. "Se puede discutir sobre la cualidad de nuestro juego, pero hay que rendir homenaje al carácter férreo de nuestras escuadras, a la ferocidad deportiva con la que han superado los infortunios, ausencias, expulsiones, obstáculos aparentemente insuperables, y sus propios límites. Sofocando en el aspecto competitivo, y diría, que también moral, a sus adversarios", escribía ayer en el diario milanés, al hilo del triunfo del equipo de Silvio Berlusconi frente al Ajax.

Il Corriere, diario de Milán, se dedicaba por entero a los equipos de casa, dedicando un espacio minúsculo -apenas un recuadro- al Madrid- Manchester. Menos espacio incluso que La Stampa, el diario turinés, propiedad de la familia Agnelli, dueña además de la Juve. Más escépticos, los diarios romanos, como La Repubblica y Corriere dello Sport, se limitaban a saludar con entusiasmo el éxito de los tres equipos nacionales. "El fútbol italiano ha derribado un tabú", señalaba Sergio Rizzo en este último diario deportivo, sin dejar de observar, -gual que sus restantes compañeros, Candido Cannavò, de La Gazzetta dello Sport, y el propio Tosatti- que el éxito del calcio no puede oscurecer una abrumadora realidad: la supremacía, al menos estética del juego del Real Madrid. Eso, en la tierra de la "belleza", cuenta. Para Arrigo Sacchi, también. El actual director técnico del Parma advirtió ayer: "Mientras en la prensa italiana sólo he visto elogios, en la europeo no han faltado críticas, y no sólo desde España; con los jugadores que tenemos debemos no sólo vencer, sino convencer".

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