El Salón Digital de Nueva York reúne la mejor obra electrónica
'Vectors' celebra el décimo aniversario de la organización
Se llama Vectors: Digital Art of Our Time y es la exposición organizada para conmemorar el décimo aniversario del Salón Digital de Nueva York, una de las organizaciones pioneras en la exposición, investigación y desarrollo del arte vinculado a las nuevas tecnologías de la información.
La exposición reúne un centenar de obras, entre net.art, obras sonoras electrónicas e instalaciones multimedia, interactivas y web based. "Hemos elegido obras que han influido en el desarrollo de la historia del arte y de la música experimental, con el objetivo de contribuir a definir el lugar del media art en el ámbito de la creación contemporánea", explica Bruce Wands, director del Salón Digital neoyorquino desde la primera edición.
Para realizar la selección del décimo aniversario, Wands ha pedido la colaboración de 10 comisarios de media art considerados como los más prestigiosos del mundo, cada uno de los cuales, a su vez, ha elegido las 10 obras merecedoras de sobrevivir al paso del tiempo para formar parte de la historia.
Más de 30 de las 100 obras seleccionadas se presentan en la exposición que se puede visitar desde ayer hasta el 25 de mayo en el World Financial Center (WFC), mientras que las demás son accesibles a través de la página web del salón y del catálogo de la muestra, un numero especial del emblemático The Leonardo Journal, una revista dedicada a promover el desarrollo interdisciplinar entre las artes, la ciencia y las nuevas tecnologías, que se publica desde 1968 y está disponible en red como edición electrónica del Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT) desde hace unos ocho años.
Presencia española
En la portada del catálogo aparecen las esculturas virtuales de luz realizadas por los internautas a través del Alzado Vectorial, un proyecto del recién nacionalizado español Rafael Lozano-Hemmer, propuesto por Yuko Hasegawa, conservadora del 21st Century Museum of Contemporary Art de Kanazawa en Japón.
Entre las instalaciones que se exponen en el WFC destaca el Carnivore Project de Radical Software Group, seleccionado por Christiane Paul del Whitney Museum de Nueva York y Benjamin Weil del MoMa de San Francisco. En Carnivore, que se basa en la reinterpretación creativa de los datos proporcionados por el software creado por el FBI para realizar interceptaciones en Internet, participa también el colectivo barcelonés Area3 con la aplicación World Wall Painters.
También resultan especialmente interesantes la instalación interactiva Timetable de Perry Hoberman y Glasbead, un software de John Klima que permite crear en tiempo real una multitud de panoramas visuales y sonoros en un entorno tridimensional, en el que pueden interactuar hasta 20 internautas.
Finalmente no podía faltar The File Room, un archivo comunitario informático sobre los casos de censura cultural en el mundo, realizado por Antoni Muntadas. Este proyecto, propuesto por Steve Dietz del Walker Art Center de Minneápolis, es una de las obras que han definido el curso de las nuevas expresiones artísticas, introduciendo ya en 1994 todos los elementos básicos (participación, interacción y activismo) que caracterizarían el desarrollo del media art.
Un desarrollo que en la exposición se ilustra a través de una cronología que trata el fenómeno desde el punto de vista artístico, conceptual y técnico.
En otoño y bajo la dirección de Blanca Mora, una selección de las obras expuestas en el Salón Digital emprenderá una gira por diferentes ciudades españolas, que empezará en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, centro que acoge esta exposición itinerante desde 1997.
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