La cosecha azucarera supera el 23% de la cuota y obliga a abaratar las exportaciones
La producción azucarera en la última campaña superó un 23% la cuota asignada por la Unión Europea. Frente a unas posibilidades de producción de 974.000 toneladas, según los datos manejados por los industriales, la campaña arrojó un resultado de 1.205.000 toneladas. Ello ha supuesto la necesidad de recortar la cantidad máxima para la campaña siguiente, 193.000 toneladas, así como la exportación a bajos precios de otras 112.000. Productores e industriales reclaman un aumento de la cuota como mínimo a 1.100.000 toneladas, aunque el consumo interno ha seguido descendiendo hasta 1.250.000 toneladas.
En la última campaña, a las buenas condiciones climatológicas se ha sumado un discreto aumento de la superficie, ante la existencia también de penalizaciones en las superficies de maíz. Según los datos del sector, a esas condiciones de superficie o climatológicas se ha sumado igualmente la aplicación de nuevas tecnologías para la siembra desarrolladas por las fábricas, de acuerdo con los agricultores, en los últimos años. Todo ello se ha traducido en un fuerte incremento de los rendimientos, hasta las 80.000 toneladas de remolacha por hectárea, con una elevada riqueza que supone una producción de azúcar por hectárea de 10.438 kilos. Según la industria, es una de las cifras más altas que se han logrado en el conjunto de la Unión Europea, sólo superada por Francia.
En opinión de los industriales, el sector ha llevado a cabo en los ultimos años un proceso de reordenación de la producción y ahora se debería rematar ese ajuste industrial para lograr unas estructuras más competitivas que aseguren la supervivencia de ambas partes. Tras los cierres acometidos en los años precedentes, actualmente están en marcha nuevas operaciones de reestructuración que, aunque en medios industriales se consideran necesarias y urgentes, es muy probable que no se apliquen hasta pasadas las próximas elecciones.
Cerrada prácticamente la úlma campaña, la producción de azúcar en la zona norte fue de 740.000 toneladas, de 83.000 en el centro y de 377.000 en el sur, lo que supone una cosecha de 1.205.000 toneladas frente a la cuota de 974.000. Los agricultores han percibido para la remolacha con contrato unos 51 euros por tonelada, mientras que por el azúcar tipo C para la exportación, el precio internacional es de sólo unos 220 euros tonelada, una cifra ruinosa.
En los últimos años, Bruselas ha rechazado aumentar la cuota española para la producción de azúcar. Lejos de ello, en la campaña anterior le aplicó un recorte, aunque inferior al impuesto a otros países excedentarios.
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