Un autogol pierde al Recre en Santander
El Recreativo no precisó del Racing para acabar con su racha triunfal. Se bastó él solito. El equipo onubense jugó más y mejor, pero hizo todo lo necesario para quebrar su espectacular lista de éxitos:siete partidos sin conocer la derrota. Los racinguistas no saben a qué juegan, pero ganan. Para colmo, ambos equipos acabaron con diez por las ingenuas expulsiones de Begoña y Bodipo.
Mientras el Racing no sabía cómo replicar a un rival que le cedía media cancha y le diluía, el Recre tocaba y tocaba el balón sin hacer daño. Los de Pitterman siguen acusando la incapacidad para hallar una personalidad futbolística.
Menos mal para el Racing que el contrario se empeñó en dejar a orillas del Cantábrico su racha triunfal y el autogol sirvió. El público de El Sardinero se enfadó con el sistema ultradefensivo y los patadones. Javi Guerrero se atrevió incluso a dirigirse al banquillo y explicar a Piterman-Cos que así no se podía seguir. Le hicieron caso, remodelaron el esquema, llegaron los relevos de control y el cuadro andaluz dominaba, pero apenas hacía daño.
RACING 1 - RECREATIVO 0
Racing: Lemmens; Coromina, Moratón, Arzeno, Neru (Pineda, m. 72); Diego Mateo, Nafti; Benayoun, Javi Guerrero (Matabuena, m. 82); Bodipo y Regueiro (Diego Alonso, m. 90).
Recreativo: Luque; Espínola, Iker Begoña, Loren (Cubillo, m. 78), Pernía; Javi García, Camacho, Benítez (Romero, m. 57), Viqueira; Arpón; y Molina (Bermejo, m. 78).
Gol: 1-0. M. 54. Saque de esquina del Racing, despeja Espínola y el balón pega en Pernía, quien marca en propia meta.
Árbitro: Pino Zamorano. Expulsó a Iker Begoña (m. 41) y Bodipo (m. 46) con tarjeta roja directa y amonestó a Alcaraz, el entrenador del Recreativo; Loren, Diego Mateo, Regueiro y Neru.
15.044 espectadores en El Sardinero. Buena parte de ellos protestaron mediada la segunda parte contra el juego ultradefensivo del Racing.
Pudo pasar de todo. Desde la igualada a la goleada local. Guerrero, por dos veces, y Diego Alonso al borde del tañido final estuvieron cerca de ampliar diferencias. El Recreativo mandó a placer, sí, pero se derrotó con un autogol al ser incapaz de rebasar una zaga restaurada y tener miedo al contragolpe local.