La vida frente al mar
La exposición 'Els barris mariners' muestra en las Drassanes, con fotos y planos, la Barcelona costera de principios del siglo XX
Pequeñas embarcaciones de pesca a vela amontonadas en un minúsculo puerto de madera, míseras barracas de pescadores edificadas sobre la arena, venta callejera del pescado recién llegado al puerto, marineros tirando las artes de pesca en la misma playa. Así era el litoral de una Barcelona no tan lejana en el tiempo, pero ya difusa en la memoria, la Barcelona de la primera mitad del siglo XX, la que empezó a recibir oleadas de inmigrantes. La memoria gráfica de la vida de esa Barcelona frente al mar es objeto del recuerdo, a través de 60 fotografías y una serie de planos, en la exposición Els barris mariners de Barcelona, 1900-1950, que hasta el próximo 11 de mayo se exhibe en el Museo Marítimo de Barcelona, en las Drassanes.
El Museo Marítimo transporta al visitante a un litoral barcelonés casi olvidado
Mientras un enjambre de grúas y hormigoneras se afanan en el extremo fronterizo de la ciudad con el Besòs en completar el perfil del nuevo frente marítimo de Barcelona, el Museo Marítimo propone un ejercicio de memoria transportando al visitante de la exposición Els barris mariners de Barcelona, 1900-1950 a un litoral barcelonés prácticamente olvidado en el que minúsculos pisos de 32 metros cuadrados y míseras barracas eran la morada de estibadores, pescadores y otras gentes del mar.
La Farola, Can Tunis, Port Vell, Barceloneta, Somorrostro, Bogatell, Mar Bella, Pekín y el Camp de la Bota. Estos son los nombres de los barrios que identificaban, de sur a norte, el perfil marítimo de Barcelona cuando en 1946 el Ministerio de la Vivienda decidió elaborar un estudio de la zona, del que parte la exposición, para determinar el tipo de viviendas que ocupaban la primera línea de mar, la actividad económica que se desarrollaba allí, las relaciones vecinales y la extracción social de sus habitantes.
En ese estudio se realizaron detallados planos de las viviendas, muchas de ellas barracas, algunos de los cuales se exhiben junto a las fotografías reunidas por el museo. El paseo por la exposición, que se abre con un gran mapa del frente litoral donde se ubicaban los barrios marineros, empieza en la zona de la Marina, delimitada por el río Llobregat y la montaña de Montjuïc (actual muelle comercial e instalaciones portuarias), donde aparecen los dos primeros nombres de barrios marineros: La Farola y Can Tunis, en los que se alzaban humildes viviendas de pescadores levantadas a escasos metros de la playa y donde la actividad pesquera en la zona se mantuvo hasta la década de 1960.
El recorrido prosigue por el Port Vell y la Barceloneta (actualmente barrio turístico, comercial y de ocio), donde el puerto de pescadores y el de mercancías convivían en esos años con los primeros establecimientos de baños, ya muy concurridos en la época.
El tercer y último tramo de la exposición que acoge les Drassanes es la zona de levante, limitada por la frontera de la Barceloneta y el río Besòs, donde los barrios de barracas, levantadas sobre la playa y conocidos con los nombres de Somorrostro, Bogatell, Mar Bella, Pekín y Camp de la Bota, pervivieron hasta mitad de la década de 1960. El moderno puerto olímpico, las playas de Nova Icària, Bogatell, Mar Bella y Nova Mar Bella, y la zona en la que se están edificando los recintos y las plazas del Fòrum de les Cultures 2004 prácticamente han borrado de la memoria los antiguos barrios.
Coincidiendo con la exposición del Museo Marítimo, el Instituto del Paisaje Urbano de Barcelona ha editado la Ruta de l'Eix Blau, una amplia guía ilustrada, con fotografías antiguas y modernas, que recorre el frente marítimo barcelonés, desde el delta del Llobregat al del río Besòs, ofreciendo información de los diferentes barrios, monumentos y museos que se hallan en la ruta.
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