Los inspectores de desarme están "listos" para reanudar su labor
El jefe de los inspectores, Hans Blix, no ha desaparecido completamente del mapa. La semana que viene comparecerá ante el Consejo de Seguridad de la ONU para dar una estimación de cuándo podría volver a reanudar su misión. La intervención de Blix promete reavivar las tensiones que quedaron momentáneamente acalladas durante la guerra. Por ahora, la ONU no ha conseguido desbloquear la ayuda de emergencia que prometió a Irak tras asumir temporalmente el control del programa Petróleo por Alimentos.
Blix está dispuesto a volver. "Piensa que queda trabajo por hacer y que tiene un mandato para continuar su misión", dijo Ewen Buchanan, el portavoz de Unmovic (la agencia de desarme). "Los inspectores han vuelto a sus casas pero están listos para ser desplegados en cualquier momento". Podrían tardar al menos unas cuantas semanas. Las oficinas de Unmovic no escaparon de la rapiña de los saqueadores de Bagdad. "No tenemos todavía una estimación detallada de los daños pero sabemos que nos robaron todos nuestros vehículos", explicó Buchanan.
Los países que se pronunciaron en contra del conflicto quieren que los inspectores terminen su labor. EE UU no ha pedido ni piensa pedir el regreso de Blix. Ha formado su propio equipo, el Grupo de Reconocimiento en Irak (Iraq Survey Group), un puñado de expertos civiles dirigidos por un general del ejército, equipados con laboratorios móviles, que deberían ser desplegados en el país en los próximos días.
Petróleo por alimentos
El tema de las inspecciones y las recientes declaraciones del presidente George W. Bush en las que pedía el levantamiento de las sanciones a Irak, han vuelto a desplazar las negociaciones diplomáticas hacia la ONU. "Todo es muy complicado. Si se levantan las sanciones, también debe suprimirse el programa Petróleo por Alimentos, que se creó para compensar los efectos del embargo, y por ahora nadie está dispuesto a hacerlo antes de que haya una autoridad clara en Bagdad", señaló una fuente diplomática.
La mole burocrática de la ONU ha tardado en ponerse en marcha. Desde que el pasado 28 de marzo, el Consejo de Seguridad pusiera en manos del secretario general, Kofi Annan, los 10.000 millones de dólares del programa Petróleo por Alimentos, la ONU no ha conseguido desbloquear ninguna ayuda humanitaria a Irak. Ha pasado estas semanas renegociando contratos y tratando de encontrar nuevas puertas de entrada al país. El tiempo apremia.
El mandato provisional termina el próximo 12 de mayo. Nadie sabe muy bien lo que pasará después. No hay tanta urgencia puesto que las agencias internacionales coinciden en asegurar que la crisis humanitaria no ha alcanzado las proporciones que se temían.
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