_
_
_
_
EMPRESAS

La unificación de estándares da más empuje al comercio digital entre empresas

Este proceso de normalización del B2B está avanzando entre el acostumbrado baile de estrategias y contraestrategias que suele acompañar a este tipo de negociaciones

La tecnología de servicios web es una fórmula de integración entre sistemas respaldada por la mayoría de fabricantes que incluye el establecimiento de los estándares universales necesarios para que las máquinas y las aplicaciones corporativas se entiendan entre sí de forma automática. Su objetivo final consiste en sentar las bases para la implantación masiva del comercio electrónico entre empresas o B2B (business to business).

Desde mediados de la década de 1990 las compañías se mostraron muy interesadas en trasladar a Internet las transacciones que realizan con sus proveedores y clientes y que hasta entonces solían hacerse mediante sistemas de intercambio de datos electrónicos (EDI), una fórmula segura pero más rigida y cara. A finales de la década, el B2B se había convertido en la gran esperanza de la industria informática y las acciones de fabricantes de plataformas de mercados electrónicos estaban por las nubes. En 2002 una empresa como Commerce One facturaba 3.350 millones de dólares y había creado 30 mercados virtuales. Muchos analistas creían entonces que estas jóvenes compañías (como Commerce One o Ariba) acabarían por poner contra las cuerdas a los fabricantes tradicionales de software interno, en especial de soluciones de gestión corporativa (ERP). Pero la falta de estándares obligó a las compañías a imponer soluciones propietarias y desarrollos a medida, una opción ya de por sí arriesgada que tras el parón inversor se convirtió prácticamente en inviable. Commerce One y Ariba también se han incorporado a la oferta de servicios web.

Más información
Un estudio revela que las empresas españolas descuidan su seguridad informática

Nombre equívoco

"Cuando hay que enlazar dos aplicaciones el procedimiento es relativamente sencillo pero si hay que crear conectores para que nueve aplicaciones distintas participen en un mismo bus de información de la empresa el esfuerzo puede ser demasiado caro", explica Carlos Pérez, director técnico de Afina, una compañía suministradora de software para este tipo de servicios.

El frenazo económico de 2001 agravó el problema y muchos proyectos de mercados electrónicos fueron aplazados sine die. El resultado es que los fabricantes tradicionales de sistemas de gestión corporativa siguen aumentando su facturación.

"Los fabricantes han aprendido que en un entorno marcado por la diversidad de los sistemas, donde nadie es lo bastante fuerte como para imponer sus criterios al resto de la industria, sólo los estándares pactados conseguirán la síntesis entre las plataformas encargadas de centralizar las operaciones del B2B y los sistemas internos de las empresas", afirma el portavoz de Afina.

Microsoft les llama Servicios Web XML y la consultora IDC prefiere denominarlos Web Services Architecture (WSA) para que esta tecnología de integración entre sistemas informáticos corporativos no se confunda con los servicios para usuarios finales que interactúan con las sedes web mediante su navegador. Aunque el nombre se presta a confusión, ambos conceptos son muy distintos. Los servicios web auténticos se basan en el diálogo automático entre aplicaciones. Veamos un ejemplo. Una compañía que necesita un centenar de sillas publica su demanda en un mercado electrónico. Cuando acepte una de las ofertas que reciba, la aplicación del cliente cursará el pedido a la del proveedor, que comprobará de forma automática su solvencia dialogando con la aplicacion de la entidad financiera. "Las decisiones siguen en manos de las personas, lo que se automatiza es la ejecución de los procesos de negocio utilizando reglas previamente acordadas entre las partes", declara Carlos Pérez.

Este escenario futurista puede dejar de serlo pronto si el establecimiento de los estándares sigue avanzando a buen ritmo. Una vez más, el papel fundamental corresponde a XML, encargado de normalizar la estructura de los datos y el estándar al que se subordina el resto. Como SOAP, que arbitra la forma de ejecutar los servicios web a distancia; el WSDL, que describe su funcionamiento; el protocolo BTP, que gestiona las conversaciones; el BPEL4WS, que describe los procesos; el WS-Security, que añade seguridad a las transacciones; el UDDI, el directorio universal que permitirá encontrar los servicios web allí donde existan; o el ebXML, un subformato de XML de e-business que patrocina el Uncefact, un organismo de Naciones Unidas cuya finalidad es la de facilitar el comercio electrónico entre los distintos países.

Predicciones

De momento, este proceso de normalización está avanzando entre el acostumbrado baile de estrategias y contraestrategias que suele acompañar a este tipo de negociaciones. Incluso está consiguiendo superar el foso que separa la plataforma puntonet con la comunidad de desarrolladores Java, lo que no es poco. La versión 1.4 de la versión empresarial de Java soporta las especificaciones de la Web Services Interoperability (WS-I ), un foro específico impulsado inicialmente por Microsoft, IBM, Bea Systems, HP, entre otros, y al que se ha incorporado recientemente Sun.

La consultora The Stencil Group distingue tres fases de implantación: desde 2001 hasta este año se elaboran las herramientas y los estándares. A partir de 2002 comienza el despliegue sistemático hasta 2006. Por último, y a partir de 2005, los servicios web generalizarán en los procesos de negocio colaborativo.

Pero el contexto actual no ayuda. "La velocidad de implantación mundial dependerá de los presupuestos de las empresas. Eso sí, al final se terminarán adoptando de forma generalizada", pronostica Fernando Boya, consultor de IBM Business Consulting Services.

Los fabricantes de automóviles pueden recurrir al B2B en las relaciones con sus proveedores.
Los fabricantes de automóviles pueden recurrir al B2B en las relaciones con sus proveedores.FRANCISCO ONTAÑÓN

Directorios universales

Cuando estos proyectos, que ahora comienzan a implantarse en el interior de las empresas, se asomen al mundo exterior y sean capaces de interoperar, habrá llegado la hora de que se conecten al prometedor UDDI, algo así como un megadirectorio de páginas amarillas universal de todos los servicios web disponibles. "Por ejemplo, una pequeña empresa puede vender maquinaria y tener una aplicación que se conecte con sus proveedores y con un directorio de servicios de financiación para sus clientes, de modo que les puede ofrecer dinámicamente el mejor leasing", explica Gabriel Giménez, responsable del área de negocio de SunOne en Sun Microsytems. Pero si los servicios web no son una cosa para ahora mismo, el UDDI aún menos. "El despliegue del UDDI se hará por sectores de la producción, de una forma más o menos similar al de las tarjetas de crédito, que primero funcionaban en los cajeros de una misma entidad, después con los bancos asociados y, por último, consiguieron una interoperabilidad prácticamente universal", explica Gabriel Giménez. Todavía no están resueltos todos los problemas que plantea un objetivo tan ambicioso, especialmente en el apartado de la seguridad. Y tampoco carece de limitaciones, especialmente en el caso de sistemas heredados o aplicaciones ya existentes. "Si no tienen los correspondientes conectores, nadie escapará de tener que crearlos", advierte Giménez. Pero fabricantes y consultoras creen que los servicios web serán la tecnología que permitirá al B2B ver la luz al final del túnel. "Las empresas que implementan proyectos B2B terminarán por darse cuenta de que los servicios web son un método más simple y estandarizado", afirma Gartner Group. Cuando la iniciativa en pos de los estándares culmine y los servicios web estén completamente disponibles, habrá llegado la hora del uso masivo de los mercados electrónicos.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_