Un comerciante chino muere apuñalado por tres ladrones que robaron en su tienda
La víctima salió tras los asaltantes, que le acuchillaron en los brazos y el tórax
Un comerciante de origen chino, Ye Zhong Ping, de 36 años, murió ayer por la tarde apuñalado en el distrito de Puente de Vallecas. Tres atracadores entraron en el negocio de frutos secos y comestibles que regenta su esposa con la intención de robar en la tienda. Cuando los asaltantes abandonaban el comercio, Zhong salió detrás de ellos por la avenida de Pablo Neruda, los ladrones se enfrentaron a él y le asestaron numerosas puñaladas en los brazos y el tórax, que le costaron la vida. Desde principios de año, han sido asesinadas 36 personas en la región.
Ye Zhong Ping se encontraba con su esposa, Cheng Shu Yun, de 34 años, en la tienda de comestibles que ésta regentaba en el número 131 de la calle de Villalobos, una vía paralela a la avenida de Pablo Neruda. Sobre las 15.20 entraron tres personas que iban armadas con un cuchillo de grandes dimensiones y una pistola supuestamente simulada. Los asaltantes pretendían hacerse con la recaudación y con el tabaco que había en la tienda. Para ello intimidaron a los propietarios con sus armas. "La dueña nos ha dicho que tenían aspecto de magrebíes", señaló el camarero de un bar contiguo.
Zhong Ping cogió el palo de una fregona y salió detrás de los asaltantes para recuperar el dinero que le habían sustraído, cuya cantidad exacta no fue facilitada ayer por la tarde por la Jefatura Superior de Policía. Los ladrones huyeron por una bocacalle peatonal que se encuentra delante de la tienda y giraron hacia la derecha por la avenida de Pablo Neruda. El inmigrante les dio el alto varias veces, según algunos testigos. En un momento dado, los ladrones se volvieron y se encararon con su perseguidor. Le asestaron varias puñaladas en los brazos, por lo que la policía sospecha que la víctima intentó defenderse de sus agresores. Sin embargo, las cuchilladas mortales las recibió a ambos lados del tórax, lo que le produjo que cayera moribundo frente al número 73 de la avenida. "Ha caído de costado sobre el brazo derecho. La policía no ha querido moverle porque pensaba que sólo estaba herido en los brazos, pero, cuando han llegado los médios del Samur han visto que tenía cuchilladas muy profundas. Según un médico, alguna tenía más de 20 centímetros de profundidad", señaló un camarero.
Alto y delgado
La víctima, que iba vestida con una camisa negra, pantalón vaquero y zapatillas de estar por casa, quedó tirado en medio de la acera. Los homicidas huyeron hacia arriba por la avenida, sin que ningún vecino de la zona pudiera ofrecer ninguna descripción de los atacantes. "El fallecido era una persona muy alta y delgada", según le describió un conocido.
Los primeros en llegar al lugar de los hechos fueron los agentes de una patrulla de barrio de la Policía Municipal, que hallaron a Zhong sobre un gran charco de sangre. Los facultativos de una UVI móvil del Samur-Protección Civil intentaron reanimarle durante más de 40 minutos, pero sus esfuerzos resultaron inútiles. La gravedad de las lesiones y la gran cantidad de sangre que había perdido hicieron que la víctima falleciera a los pocos minutos. "Han intentado de todo y durante bastante tiempo, pero les ha resultado imposible. Las cuchilladas que tenía eran impresionantes", señaló un testigo.
"Cuando he llegado a la tienda, la esposa salía llorando, casi histérica, y cuando le he preguntado qué pasaba me ha dicho que acababan de robar a su marido", explicó el dueño de una empresa de fontanería.
Los comerciantes de la zona se quejaron de la pasividad policial y de "la galopante delincuencia" que sufren en el barrio en los últimos meses. "Raros son los negocios que no han sufrido algún tipo de atraco o los coches que no han sido robados o abiertos durante la noche. La semana pasada atracaron la sucursal de La Caixa a cara descubierta y nadie toma medidas en el asunto", se quejaban varios comerciantes.
Amigos y familiares de la víctima explicaron que el matrimonio oriental abrió la tienda de comestibles hace unos cinco meses, en el local donde antes había un comercio de electrodomésticos. Los vecinos les conocían por "lo amables" que eran, a pesar de que apenas sabían hablar castellano. Según varios conocidos, tenían abierto entre las diez de la mañana y la medianoche. Jamás cerraban a mediodía. De hecho, los ladrones aprovecharon estas horas de menor presencia de gente en la calle para robarles. "Tenían un piso alquilado cerca de aquí y era gente que se llevaba muy bien con todo el mundo", añadió una vecina. Inspectores del Grupo V de Homicidios se encargan de las investigaciones.
La muerte de Zhong eleva a 36 los asesinatos habidos en la región desde principios de año. Durante este periodo, Puente de Vallecas ha sido el distrito más sangriento, al registrar cinco homicidios (el último ocurrió el 8 de marzo cuando el salvadoreño César Milton Mejía, de 32 años, murió apuñalado en la calle de Ángela González).
Desesperación
Cheng Shu Yun, la esposa del inmigrante chino apuñalado en Puente de Vallecas, entró gritando en el mesón Los Extremeños. Como tiene dificultades para hablar castellano, pidió por gestos que el camarero saliera a la calle. El empleado no lograba entenderla. La mujer, nerviosa, movía los brazos por encima de su cabeza y requería auxilio desesperadamente.
"Quería que saliera corriendo alrededor del edificio de enfrente. Al principio, pensé que me decía que siguiera a los ladrones, pero, al llegar al lugar, vi que pedía ayuda para su marido", recuerda el camarero.
La mujer también solicitaba que la dejaran un teléfono móvil. Uno de los clientes del bar le prestó el suyo, pero como estaba presa de los nervios no articulaba a marcar ningún número. Después llegó la policía y la mujer comenzó a hablar con los agentes y con los sanitarios que asistían a su esposo. "También estaba muy preocupada porque tenía la tienda abierta y temía que la robaran de nuevo", añadió el camarero.
"Se han ensañado con él porque le han dado un montón de puñaladas", añadió una vecina. La esposa de la víctima describió el cuchillo como de grandes dimensiones (entre 30 y 40 centímetros de largo).
La mujer volvió a la tienda acompañada por una inspectora de Homicidios y después fue trasladada a la Jefatura Superior de Policía, donde prestó declaración.
Según familiares y conocidos de la víctima, el oriental asesinado llevaba unos dos años viviendo en España. Antes llegó su esposa, que reside en Madrid desde hace cinco años. "Todo esto es muy duro. El matrimonio tiene tres hijos [dos varones y una niña] de entre 10 y 16 años. Nos dijeron que querían venir la semana próxima para quedarse ya en España. De hecho, ellos iban a ir a buscarlos a China muy pronto", explicaron sus conocidos.
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