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Los independentistas pierden Quebec

El federalista Partido Liberal logra el 45,7% de los votos en el nuevo Parlamento regional

No habrá, de momento, un nuevo referéndum para la independencia de Quebec. Los votantes decidieron el lunes dar la victoria a los liberales de Jean Charest, fieles al federalismo canadiense. El Partido Quebequés (PQ), que propugna la separación de esta provincia francófona de Canadá y que llevaba nueve años en el poder, quedó segundo, a más de 14 puntos de distancia. A pesar de su popularidad y de un positivo balance gubernamental, el primer ministro, Bernard Landry, no ha conseguido ganar por tercera vez consecutiva, algo que ningún partido logró en la historia de Quebec.

El deseo de cambio se ha impuesto. El Partido Liberal de Quebec (PLQ) ha obtenido una mayoría absoluta de escaños en la nueva Asamblea provincial. El 45,7% de sus votos equivalen a 76 diputados. El Partido Quebequés, del todavía primer ministro, Bernard Landry, contabiliza 45 escaños y un 33,3% de los sufragios. Los otros cuatro son para la Acción Democrática de Quebec (ADQ), que consigue el 18,4% de los votos emitidos. Esta formación, dirigida por el joven conservador Mario Dumont, es la gran perdedora de las elecciones regionales.

Landry había efectuado una excepcional remontada a finales de marzo, antes de caer inexorablemente en los sondeos a pesar de poder presentar a los votantes una buena gestión, la de haber sacado el país a flote. El saneamiento de las finanzas públicas ha dado, por ejemplo, sus frutos. Quebec mantiene en 2003 un excelente récord de seis años fiscales sin déficit a pesar de un descenso de los impuestos sobre la renta y de varias medidas sociales favorables para las familias.

El crecimiento ha alcanzado el 3,8% en 2002 y la tasa de desempleo supera apenas el 8%. Pero las drásticas reducciones presupuestarias de los noventa han dejado víctimas, esencialmente en el sistema sanitario, sumido en una grave crisis de financiación.

Pese a su teórico federalismo, los liberales no han dejado de acusar, durante la campaña, al Gobierno federal de no suministrar los fondos necesarios para responder a las necesidades de una población que envejece. Los liberales han prometido aumentar en más de 3.800 millones de euros el presupuesto para la salud pública.

En la noche electoral, Charest fue más lejos aún y prometió "defender los intereses de Quebec" y trabajar para "mejorar la federación canadiense". En el transcurso de su intervención recordó las prioridades de su futuro Gobierno: reducción de impuestos en un 27% en cinco años para los sectores más gravados y "modernizar el funcionamiento del Estado". Para el líder de los liberales, "el mandato de renovación" que ha recibido de los electores representa "una gran responsabilidad".

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El primer ministro canadiense Jean Chrétien se apresuró a celebrar la llegada de un liberal federalista al Gobierno de la provincia, subrayando que la victoria mostrará en el exterior " la estabilidad de Canadá" . Pero no es seguro que la elección de Charest suponga de forma automática una mejor relación con el Gobierno central.

Mientras Landry prometió tras la derrota "continuar" en la lucha pacífica para lograr "el ideal nacional", Charest advirtió a los federalistas: "No es sólo Quebec, que cambia; es también Canadá". Para él, ser quebequés federalista es buscar la "mejora de la federación" siempre "en defensa de los intereses de Quebec". Y apremió a Ottawa para que se ocupe del desequilibrio fiscal que favorece el presupuesto federal en detrimento de las provincias. Respecto al Gobierno de Ottawa, el ganador de las elecciones insistió: "Queremos cambios; queremos resultados".

Charest, que fue impulsado a la escena política de Quebec en 1998, cuando era líder conservador en Ottawa, era percibido como el salvador de la unidad canadiense frente a las intenciones soberanistas quebequeses. Los tiempos han cambiado para él y para la provincia, y por ello trata de adoptar un nuevo punto de vista en las relaciones con Ottawa. El Partido Quebequés, en el poder desde hace nueve años, ha prometido ofrecer "una notable y fuerte oposición".

© Le Monde / EL PAÍS

El líder del Partido Liberal de Quebec, Jean Charest, saluda a sus partidarios tras la victoria electoral.
El líder del Partido Liberal de Quebec, Jean Charest, saluda a sus partidarios tras la victoria electoral.ASSOCIATED PRESS

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